[Video] Chilena vive calvario al perder a su hija

Karen Gajardo (41) vive la peor pesadilla que le puede ocurrir a una madre: que le arrebaten a un hijo.

"Es un calvario. Jamás se me pasó por la mente que no estaría con mi niña", es lo primero que le confiesa a La Cuarta sobre su horrible experiencia que partió en agosto del año pasado.

Aquella vez recibió una citación judicial tras ser acusada nada menos que de secuestro internacional tras venirse en enero del año pasado con su hija Karencita, de 10 años, escapando de la violencia sicológica que asegura haber recibido por parte de su ex marido, Raymond Dieppa, en su estadía en Estados Unidos.

Su mirada perdida refleja el duro momento que atraviesa, y sus ojos verdes sólo brillan al momento de hablar de su hija. "Ella estaba feliz en su colegio acá en Chile. Fue la mejor compañera y tenía muy buenas notas. Estaba cómoda", señaló la madre, quien ayer hizo pública su situación en el matinal de TVN "Muy Buenos Días".

Karen relató que conoció a Dieppa, un importante y millonario abogado del estado de Florida, mientras estudiaba inglés. Luego de varios años en pareja, ella quedó embarazada.

"Él sufrió un cambio rotundo. No le quiso dar su apellido ni reconocerla. Sólo luego de dos meses la fue a visitar", confesó.

La relación nunca mejoró.

Lo intentaron. Incluso, se casaron, pero todo terminó mal. "Nos divorciamos y a él se le otorgó el 50% de la custodia de la niña".

Ayuda

La desesperación al ver que las cosas salían cada vez peor la motivó a tomar sus cosas y venirse a Chile.

"Nunca tuve la intención de que no la viera, pero no podía más y me vine. El pasaporte de mi hija está con mi apellido, entonces jamás se me cuestionó cuando me vine", afirmó.

A su llegada al país, Karen recibió apoyo del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) por tres meses por violencia sicológica.

Mientras esto ocurría, el padre de la menor vino al país y entabló un juicio por secuestro internacional. El fallo del Primer Juzgado de Familia fue a favor del demandante y Karencita debió regresar a Miami, Estados Unidos.

"Ella partió el martes, pero yo la entregué el viernes. Desde ese día que no la veo. Ella no se quería ir, pensaba que seguiría yendo la colegio. Ahora le escribo mensajes de Whatsapp, pero no le llegan. Es una pesadilla no tenerla a mi lado", aseguró.

A pesar del dolor que le significa estar lejos de su querida hija, Karen no baja los brazos y clama para que la justicia chilena la ayude.

"Esto es desesperante, pero toda madre en mi caso tocaría todas las puertas para recuperarla.

No pierdo la esperanza de que mi hija sepa que hice todo lo humanamente posible para estar con ella. La mamá no se quedó sentada", indicó.

Sobre el caso, aún está sin palabras: "Pensé que iba a recibir más ayuda en Chile, pero nadie me preguntó por qué me vine. Sólo se la entregaron a él".

Ahora, junto a su abogada, Marcela Concha, tomará acciones para revertir el caso (ver recuadro).

"Hablo contigo y estoy pensando en el momento en el que abrazaré a mi hija", dice casi al punto de las lágrimas.

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