El mundo quedó plop cuando Corea del Norte se achoró ante sus vecinos del sur, pero a pesar de la foca bélica de Kim Jong-un, los surcoreanos están más tranquis de lo que los occidentales creemos.
Eso es lo que cuenta el compatriota Sebastián Mujica, periodista que lleva cuatro años estudiando ciencias políticas becado por el gobierno de Corea del Sur.
"Las noticias por supuesto que son alarmantes y la prensa acá lo recalca mucho. El sábado en la mañana, cuando Corea del Norte declaró el "estado de guerra", claro que hubo mucha alarma mediática. Pero la verdad me asusta más lo que dicen mis amigos y familia en Chile que la gente acá", dice Mujica.
“Yo voy a mi trabajo, y las calles están tranquilas; los niños siguen yendo al colegio, todo sigue igual, entonces si yo veo que ellos están tranquilos, no tengo por qué asustarme”, relata el compatriota.
Chateli
Mujica lleva cuatro años en Corea del Sur y la verdad ya está medio chato de la comida. "Todo es súper picante, extremadamente picante. Cuando recién llegué, todo me caía mal al estómago. Ahora me gusta más, pero igual echo de menos algunas cosas, como la palta, que acá llega una filipina que es cara y mala, y manjar. Mataría por pan con manjar", cuenta.
- ¿Pero es verdad que los coreanos comen sopa de cachupín como si fueran sopaipas en la calle?
- Yo llegué con la misma duda y no, eso es mentira. Hasta los años 70 Corea del Sur era pobrísimo, pero ahora es un país rico y antiguamente se comía. Mi polola, que es surcoreana, me cuenta que generaciones pasadas comían, pero sería...
Añade que recibió un correo de la Embajada Chilena que avisaba que las delegaciones de países latinoamericanos se reunieron con el ministerio de unificación coreano y les sapearon que debían estar relajados.
Las Coreas están de las mechas desde 1953
Aunque han estado formalmente en guerra desde 1953, Corea del Norte y Corea del Sur no se han atacado directamente en todos estos años.
La vecina del norte, con un regímen comunista totalitario basado en la figura cuasi todopoderosa de Kim Jong-un, declaró un “estado de guerra” el pasado sábado 30, lo que significa que están al aguaite de un conflicto más peludo. Corea del Sur, potencia mundial apoyada por Estados Unidos, ve con cierta tranquilidad la mocha, a pesar de que la información emanada desde Pyongyang, capital de la Corea comunista, dice que están listeilor para tirar misiles nucleares.