La acción terrorista del jueves pasado en la embajada chilena en Italia tuvo graves consecuencias. El funcionario que rec ibió la carta bomba sufrió la amputación de dos dedos y arriesga la pérdida de un ojo.
César Mella (50), oriundo de Quilaco, Región del Biobío, y que se desempeña como junior en la sede diplomática, fue intervenido en el hospital "Humberto Primo" de Roma, donde le cercenaron un dedo y un pedazo de otro en su mano izquierda.
Mella también recibió esquirlas en su ojo derecho, según el embajador de Chile en Italia, Óscar Godoy. "Lo tiene seriamente comprometido", dijo el diplomático.
Según el parte médico entregado en el hospital, Mella tiene quemaduras en los párpados y una herida "esclerocorneal".
El chileno también fue sometido a diversas operaciones para extraerle cuerpos extraños en el tórax como consecuencia de la explosión.
El mismo parte médico asegura que tanto Mella como el funcionario de la embajada suiza, que también sufrió un ataque explosivo, están fuera de peligro vital.
La policía italiana sigue en la búsqueda de los probables autores del ataque ocurrido el día jueves.
Ya se sabe que un grupo anarquista denominado "Federazione Anarchica Informale" se adjudicó el hecho.
Según las especulaciones que hizo el subsecretario del Interior italiano, Alfredo Mantovano, el ataque a la sede diplomática chilena habría sido una venganza.
"Sería un acto para reivindicar la muerte de Mauricio Morales, quien murió en Chile cuando le estalló una bomba", aseguró el funcionario.
"El Mauri" murió cuando le explotó una bomba que llevaba en su mochila cerca del edificio de Gendarmería en mayo de 2009.