Paul Sfeir (45) nació en Viña del Mar, es fanático de Santiago Wanderers y desde ayer su nombre quedó registrado con el récord Guinness por la transmisión radial más larga del mundo.
Este trotamundos no se anda con chicas y logró su espacio en la historia con su programa "De pie y de frente", en el que habló por horas y horas sobre la situación de los presos políticos venezolanos y sus derechos humanos.
"Fue un maratón de 40 horas que comenzó el viernes a las 9 de la noche, hora de Miami, hasta el domingo a la una de la tarde. La verdad es que a las seis de la mañana se bate el récord, pero nosotros queremos seguir un poco más", confesó este hombre que se fue de Chile a principios de los setenta rumbo a Venezuela.
Durante todo el tiempo se mantuvo comiendo caramelos de miel y pedacitos de jengibre para cuidar su voz. Para no quedarse dormido frente al micrófono, consumió un lote de bebidas energéticas.
Pese a todos sus cuidados, la voz de Paul Sfeir quedó pa'l minino, pero le dio lo mismo porque logró su objetivo, aunque confesó que engordó 3 kilos.
"Nos cocinó una señora venezolana y estuvo todo exquisito, pero engordé mucho", aseguró.
"Estoy muy contento de haber logrado este récord. En las próximas horas mandaremos todo a la comisión Guinness para quedar inscrito", dijo al diario pop.
- ¿En Venezuela podrías hablar de todo lo que dijiste durante las 40 horas?
- No, nada de lo que yo hablo acá podría decirlo allá porque estaría preso. Por eso quise hacer esta transmisión, para que la gente se dé cuenta de la problemática. Gracias a eso recibimos casi mil llamadas de auditores.
- ¿Te acordaste de Chile durante la transmisión?
- Por supuesto. Hay mucha gente que me dice que me estoy metiendo en un forro, pero yo todo lo hago para poner en alto el nombre de mi país, para que vean que sí hice algo útil.