"La información que llegaba venía de Occidente (...) Las autoridades no confirmaban nada. Tú empezabas a notar que algo había pasado, pero no sabías qué cosa exactamente", contó el camarógrafo Pablo Cáceres.
Recientemente, un chileno que vivió la catástrofe de Chernóbil contó su dramática experiencia a Radio Sonar. Un tema que ha reflotado el interés de la opinión pública tras la exitosa miniserie de HBO.
Se trata del camarógrafo Pablo Cáceres, quien vivió en primera persona el caótico escenario desatado tras la explosión del reactor número 4 en la central nuclear de Chernóbil, en la ahora fantasmal ciudad Prípiat, al norte de Ucrania.
Cáceres explica que había llegado a la URSS gracias a una beca que consiguió ganar. Su objetivo era estudiar cine y fue justo a fines de abril, coincidiendo con la catástrofe de Chernóbil.
"La vida cotidiana se vio alterada. Pero no por la información oficial, porque no había información oficial. No existía. La información que llegaba venía de occidente (...) Las autoridades no confirmaban nada", revela él, quien precisa que todos empezaban "a notar que algo había pasado, pero no sabías qué cosa exactamente. Lo notabas porque comenzaron a pasar camiones con agua limpiando las calles, pero de tres en tres".
"La ciudad se empezó a vaciar"
Para Cáceres, la situación se volvió confusa y el pánico comenzó a aumentar al darse cuenta de que comenzaban a desaparecer los extranjeros de un día para el otro.
"Sus embajadas respectivas les pagaron pasajes de regreso a sus casas. El resto nos quedamos. La ciudad se empezó a vaciar, suspendieron las clases de básica y los niños desaparecieron de sus casas (...) No saber qué pasaba, había miedo y sensación de inseguridad", relató.
Y aunque ellos seguían con su vida normal, la preocupación creció cuando comenzaron a medirles el nivel de radioactividad en centros médicos.
Para él, todo aquello representó "el principio del fin del imperio de la Unión Soviética. La decadencia era evidente (...) Se desnudó la incapacidad del estado soviético para reaccionar ante una catástrofe de ese tipo y tuvieron que venir de occidente especialistas para apagar el incendio. El punto más importante, creo yo, fue que no cuidaron a la población. Era el mismo estado soviético el que dañaba a su gente", son sus palabras.