Estudio del Consejo para la Transparencia arrojó que gran mayoría de los chilenos le hace la cruz a este modelito. Frescos que se saltan la fila o tratan de cobrar más por un servicio son los que más molestan.
"La pillería del chileno". Esta fue por décadas la frase que describía una avivada de algún compatriota, aveces novedosa y recursiva, otras vergonzosa y para el olvido.
Este tipo pillo o "winner" siempre fue admirado en nuestra tierra porque "el mundo es de los vivos", y eso de respetar todas las normas es para los giles.
Pero algo cambió en la última década y según un estudio del Consejo Para la Transparencia, este modelito ya no está de moda y la verdad es que el tonto que se salta la fila o cobra por un servicio más de lo que debiera se lleva el repudio de sus pares.
Según el organismo, en promedio el 83% de la población desaprueba estas actitudes, y sólo un 2% muestra aprobación respecto de las mismas.
Eso sí, la investigación arrojó que el rechazo a los que se van por la caletera es más rotundo cuando afecta directamente al consultado. Es menos enérgica cuando daña a un tercero como lo es no pagar en la micro.
¿Por qué el cambio?
La socióloga y Premio Nacional de Humanidades, Sonia Montecinos, señaló a La Cuarta que "no es lo mismo el winner que el antiguo pillo, el primero es fruto de un modelo de "rapiña" para lograr un estatus más basado en el consumo; el pillo antiguo se las arreglaba más bien para sobrevivir. En todo caso hoy con el concepto de corrupción asociado al robo el "pillastre" no es tolerado, sobre todo por el aprovechamiento de posiciones de poder que implica obtener dinero", señaló.
El periodista Nicolás Simmes, experto en redes sociales y tecnología, manifestó que "En estos días estamos mucho más expuestos, no sólo de que nos digan algo por saltarnos la fila, sino que estamos expuestos a que nos funen por redes sociales, por eso el cambio".