Están acusados de robo tanto de vehículos como de casas particulares en el área sur de dicho estado.
Como Jonathan Garay, Eduardo Queraltó y Kevin Castillo fueron identificados los tres chilenos detenidos en Estados Unidos, tras ser acusados de diversos robos en el sur de California.
De acuerdo con la policía de ese país, los compatriotas integraban una sofisticada banda delictual que actuaba con un sistema "profesional" para interrumpir las señales de cierre automático de vehículos, tras lo cual lo sustraían.
Con este método los antisociales lograron robar un número aún indeterminado de automóviles y camionetas.
También casas
Ya con los vehículos en su poder, los individuos recorrían los sectores residenciales más pudientes hasta que identificaban una casa, en la que entraban a robar.
En el interior de los domicilios buscaban joyas, dinero, armas y cajas fuerte. Pero también robaban documentos de identidad y pasaportes, puesto que les servían para crearse identidades falsas.
Según detalló el capitán de policía de Los Ángeles, Donald Graham, en cada golpe los antisociales lograban un botín de entre 30 mil a 40 mil dólares.
El agente también indicó que "esta es una amplia red de crimen organizado. Vamos a necesitar la ayuda de otros organismos encargados de hacer cumplir la ley".
Otro método para sustraer vehículos que usaba la banda era el arriendo de autos, a los que luego les cambiaban las patentes.