Mantener las medidas de autocuidado si se practican actividades con más personas, hidratación en días de altas temperaturas y contar con el equipamiento de artículos deportivos correcto serán claves para no enfermarnos y evitar lesiones.
La emergencia sociosanitaria por el covid-19 no sólo produjo cambios profundos en nuestra cultura y en la forma en que nos desenvolvemos, también modificó hábitos tan sensibles como las horas de sueño o la dieta. Las cuarentenas, los encierros y las restricciones en la movilidad repercutieron de forma directa en la salud alimenticia de las personas.
Esto se traduce en un considerable aumento de peso de la población nacional: 7,5 kilos de aumento promedio por persona. La cifra, destacada en un estudio realizado por la consultora internacional Ipsos, posiciona a Chile en el quinto puesto de la tabla mundial de aumento de peso en pandemia, superando el promedio global (6,1 kilos) y ubicándose sólo debajo de México (8,5 kg), Arabia Saudita (8 kg), Argentina (7,9 kg) y Perú (7,7 kg).
Es por eso que, con la llegada de la primavera y tras la flexibilización de las medidas restrictivas por la pandemia, se hace necesario cambiar las rutinas, dejar el sedentarismo e intentar realizar actividades deportivas que permitan lentamente volver a los parámetros pre-pandemia.
Con el autocuidado necesario al practicar actividades con más personas, preocupándote de la hidratación, consiguiendo el equipamiento de artículos deportivos adecuado y buscando recomendaciones de profesionales para evitar lesiones u otras complicaciones, volver a la actividad física después de meses de encierro no debería resultar tan complejo.
Ropa deportiva adecuada para cada actividad
Si se opta por el ejercicio en casa, es importante contar con ropa cómoda, que permitan movimientos con flexibilidad y que sean transpirables, es decir, que permitan que la piel respire. Un par de leggins cómodos pueden ser una buena opción. Las calzas o leggins tienen la ventaja de que se acomodan al cuerpo y son ideales para yoga, pilates o incluso un circuito de HIIT.
Otra opción cotizada en prendas deportivas para mujer son los pantalones deportivos más holgados, en el caso de caminatas o trote. Con temperaturas altas, se recomiendan pantalones cortos holgados para hacer ejercicio outdoor. Lo importante es que sean de un material que permita que la transpiración no se quede en el cuerpo.
Para salir en las mañanas más heladas, se recomienda un polerón deportivo. Lo más importante es adquirir productos específicos para esta actividad, ya que están fabricados con telas que ayudan a que el sudor no se mantenga en nuestra piel.
La moda masculina deportiva tiene muchos elementos funcionales. Contar con un buen pantalón de buzo también es obligatorio para la mayoría de prácticas deportivas.
Para actividades outdoor, como andar en bicicleta, existen prendas especializadas como pantalones de ciclista. Existen alternativas como tricotas o calzas específicas con cojín u acolchado especial para esta actividad, así como también prendas holgadas con fines menos competitivos.
Las camisetas para entrenar generalmente combinan material sintético y algodón, pero hay que tener siempre en cuenta que este último textil absorbe la humedad. De hecho, cuando hacemos deporte al aire libre es recomendable evitar prendas de algodón, ya que dificultan el secado y existe posibilidad de resfríos por los cambios de temperatura.
En el caso de las casacas deportivas o cortavientos, la mayoría son de poliéster y vienen con mallas antitranspiración, ya que actividades como el trekking o la escalada generan mucha sudoración. Un buen cortaviento es recomendado, especialmente con impermeables si se piensa en turismo de montaña o en lugares donde el clima cambia de forma abrupta.
Zapatillas, claves para no sufrir lesiones
Zapatillas deportivas hay miles, pero es importante tomar algunos aspectos en cuenta antes de adquirir una. Generalmente, cuando nos enfrentamos a la decisión de comprar zapatillas, tenemos claro para qué las queremos. Pero es importante saber que su diseño y fabricación está pensado para determinadas actividades y no todas se adaptan a lo que realmente necesitamos.
Por ejemplo, las zapatillas para correr o de running son muy livianas, con mucho textil y malla para circulación de aire. Además, la plantilla viene con más espuma en talón y plantar, para una mejor resistencia. En esta línea, las zapatillas para hacer senderismo son completamente diferentes. Tienen más estructura, muchas veces vienen con caña alta para mayor seguridad del tobillo y la plantilla tiene menos espuma, ya que necesita más agarre.
Por eso es importante saber en qué vamos a utilizar el calzado deportivo, ya que hacer trekking con unas zapatillas para correr podría provocar un accidente.