Si usted pensaba que la cueca era terreno de puros gorditos con olor a chicha, con los cachetes colorados y la guitarra chorreada por el "cardo" del choripán, le decimos altiro que anda más perdido que huaso ponceando.
Hay un grupo que antes de salir al escenario se maquilla hasta las orejas y se pone sensuales prendas. Y todo para agarrar el pandero y entonar flor de cuecas choras.
Se trata de la conocida banda "Vendabal", cuyos integrantes son puras chiquillas del tipo lindas e inteligentes, no como otras.
El ramillete de señoritas comenzó su carrera artística cuando eran unas pitufas, bajo el nombre de "Las Chenitas".
Pero desde 2005 comenzaron a mover las polleras al ritmo de las cuecas urbanas, bravas y clásicas.
Rápidamente se hicieron un nombre en el machista mundo del folklore, acostumbrado a realizar eventos al estilo "Club de Toby" y dejar a las mujeres planchando la ropa en la casa.
Con bajo, guitarra, batería y pandero, las lolas se mandan las mansas performances. Muchos críticos las comparan con las "Spice Girls" de la cueca, pero estas cantan de verdad.
Nataly Orellana (19) toca la guitarra y es la primera voz. Dice que son súper cuidadosas al arreglarse y salir a tocar. "Nosotras cantamos con ropa de calle. Esa es la gracia de la cueca urbana", asevera.
- ¿Les ha salido algún picaflor entre del púbico?
- Casi todas hemos tenido pololos que conocimos en los eventos.
- Salieron cortas de genio.
- Lo que pasa es que el círculo de cuecas es muy chico y siempre nos encontrábamos los mismos. Obvio que terminábamos pololeando.
- ¿Las piropean mucho?
- No faltan los curaditos, pero ya estamos acostumbradas. Somos profesionales.