Puede que en el 2018 las chiquillas se olviden para siempre de decir la frase “se me olvidó la pastilla”, y todo gracias al mate de unos ingeniosos científicos gringos, a quienes se les ocurrió una genial idea que promete liberarlas de la “esclavitud”.
Los giro sin tornillos están en plena creación de un novedoso anticonceptivo subcutáneo y que tiene la gracia que dura una chorrera de años en el cuerpo. Se trata nada menos que de un chip computarizado que puede ser manejado a control remoto y que libera todos los días, durante 16 años, una pequeña dosis de la hormona levonorgestrel.
Por estos días en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Gringolandia, se encuentra de cabeza tras este proyecto revolucionario, en el que tiene puestas sus fichas el famoso empresario Bill Gates.
El dispositivo, que empezará con sus pruebas en el 2015, es enano. Mide 20 mm x 20 mm x 7 mm, y contiene un microchip de un centímetro y medio, con minúsculas reservas de la hormona almacenadas.
La joya funciona con una pequeña carga eléctrica que derrite un sello ultra delgado alrededor del levonorgestrel, liberando una dosis de 30 microgramos en el cuerpo.
La ventaja es que de la comodidad del hogar podrá detener el dispositivo cuando quiera aumentar la familia. Así de simple.
Los científicos están afinando varios detalles del producto, pues quieren lograr que el chip no sea activado o desactivado por cualquier pelagato, sin el consentimiento de la mujer que lo porta.
VISTO BUENO
En nuestro país miran con buenos ojos esta iniciativa, especialmente por lo práctica que es. "La mujer puede interrumpir su uso sin sacarse el dispositivo. Si deja de tener actividad sexual por alguna razón o quiere embarazarse, puede desactivarlo con el control remoto (…) Yo creo que será revolucionario y puede ser bastante interesante", dijo al diario pop el ginecólogo Guillermo Galán, miembro de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología ( Sochog).
Algo similar opina Yanko Skorka, ginecólogo de Megasalud. "Encuentro que es un buen método. Permite hacer una planificación masiva. De hecho se piensa que alrededor del año 2020 alrededor de 120 millones de personas podrían acceder a este método. Es carente de efectos colaterales importantes y también tiene pocos efectos adversos", dijo.
LES DA JULEPE
En nuestro medio a varias chiquillas les llamó la atención el invento, aunque algunas diosas, como la blonda Javiera Acevedo, reconocen que sólo lo probarían si el ginecólogo se lo receta o fuera muy cómodo.
"Creo que no me metería algo en el cuerpo que dure 16 años. Estoy perfecta tomando pastillas anticonceptivas, para mí no es un cacho", soltó.
Por su parte, Alison Mandel, el bello rostro de "El Club de la Comedia", también se inclina más por lo tradicional. "Yo creo que no lo usaría. Me parece fantástica la idea, pero soy lo más mamona que hay, entonces no me podría poner algo subcutáneo y manejarlo con un control. Siempre vuelvo a las pastillas que también son invasivas, pero no me doy cuenta".
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