El país necesita 500 mil voluntarios que recibirán 15 lucas por el trabajo que deberán realizar el 19 de abril, y hasta el 7 de febrero sólo se habían matriculado 326 mil personas; por eso hablamos con un lote de famosos que fueron censistas y que contaron su experiencia caminando como monje shaolin.
El animador Eduardo Fuentes fue censista en 1992 cuando iba en Cuarto Medio y tanto le gustó la experiencia que guardó (junto a cartas de ex pololas) un diploma que le dio el INE por participar.
"Era como entretenido, partí con amigos, nos inscribirnos, fue en Gran Avenida, saludábamos a los vecinos, mostrabas tu credencial y recuerdo que en la mañana me salió a atender una señora con bata. "Pase, mijito, tómese un tecito", me dijo, y a esa mujer con bata la sentí como media romántica. Ella no estaba mal, con los códigos de ahora era como una milf", contó el periodista que se quedó con las ganas de pedirle el teléfono.
Su colega Soledad Onetto dijo que para ella "fue una experiencia inolvidable donde uno se siente participando de algo importante para el país que después se puede contar a los nietos".
La conductora de Ahora Noticias también destacó la calidez de la gente que la recibió en un barrio de Las Condes en el censo del 92'.
"Fueron demasiado amables, fue una súper bonita experiencia, en ese tiempo era un acontecimiento, quizás la gente era bastante mas cívica que ahora, esperaban ese momento y también muchos nos daban algo rico para comer, ofrecían té, café, un sandwich, además de la buena disposición. Creo que terminé subiendo de peso siendo censista".
TODO POR UN SIETE
Otro que no dudó en participar fue Karol Lucero, quien reunió datos el 2002 cuando tenía 15 años y comenzaba a ser el príncipe de las chiquillas.
"En el colegio pedían voluntarios y la verdad es que me gustaba mucho la Educación Cívica y para mí era muy importante participar en un actividad como esa. Además nos ponían un siete en historia, así que tenía esa motivación", aseguró.
El loquillo de MEGA agregó que "recuerdo que tuvimos una capacitación y me tocó un sector de San Miguel. La gente fue súper amable, nos esperaban con desayuno y al final conocía a toda la familia. Es una experiencia que yo recomiendo a los jóvenes porque es un servicio que uno presta al país".