En diálogo con La Cuarta, el conductor entrega detalles de lo ocurrido en Cerro Navia. El delincuente tampoco estaba armado.
“Cuando parto trabajando en esta empresa, veo videos donde explican el actuar de los delincuentes. Todas las recomendaciones dicen que hay que sentar a los pasajeros detrás, pero el problema es que ellos saltan para adelante, te colocan cuchillos, entonces es un lío”.
De esta manera, el conductor que sufrió un violento intento de asalto en Cerro Navia inicia un extenso relato para dar cuenta de lo ocurrido durante la jornada del jueves.
“Se me ocurrió la idea de este sistema tipo blindaje. En Chile no hay, pero sí encontré a un peruano que vendía micas gruesas entre el lado de los pasajeros y la parte de adelante del vehículo y tiene un hoyito pequeño abajo para recibir el dinero”, detalló.
Sobre el ilícito que logró frustrar, el hombre recordó que “me sale una llamada de la aplicación para ir a buscar a un tal Marcos. Era un viaje como de 5 minutos desde yo me encontraba”.
Ya en el punto, decidió estacionarse en un lugar seguro. “Miro hacia un pasaje y veo que hay una persona vestida de negro con un teléfono en la mano, como dando a conocer que él era el pasajero, pero yo no entro a pasajes, así que avanzo un poco más y me detengo”, indicó a La Cuarta.
“Esta persona sale del pasaje, camina hacia el vehículo y se me ve a sentar adelante. Yo, con los seguros puestos, le digo ‘no, atrás’ (...) me empieza a decir cosas, que tenía que ir derecho, yo le pregunté el nombre y no me lo dio. Ahí se me prendieron las alarmas”, reveló.
Finalmente, luego de algunos minutos, vendría el momento de terror. “En un momento freno el auto y me dice que mire por el espejo retrovisor izquierdo y veo corriendo a un hombre a toda velocidad con la mano sobre los genitales y yo digo ‘viene con una pistola’. Acelero rápidamente y el tipo queda atrás. Ahí le digo al pasajero ‘qué onda este loco’, y el tipo no prestó atención o no se dio cuenta, pero yo ya estaba nervioso”, rememoró.
“El tipo me decía que doblara, pero yo le decía que no podía. Ahí se ve en el video que él empieza a mirar por dónde meter la mano. Mete la mano, activa el freno de mano y él frena el vehículo. El vehículo se frena de sopetón y me empieza a decir que me baje del vehículo. Yo le tenía la mano agarrada, tenía mucha fuerza el tipo, a mí me parece que estaba drogado”, continuó.
Fue en este contexto que el trabajador decidió actuar: “Me acordé que yo tengo una maquinita de shock eléctrico en la guantera. Entonces, con la mano derecha le tengo agarrada la mano (al antisocial) y con la izquierda me estiro, mientras le decía ‘sí, me voy a bajar’, y agarro la máquina de shock eléctrico”.
“Yo no sé si él pensó que era una pistola o un cuchillo... yo lo único que sé es que lo quería electrocutar para que soltara el freno de mano. Cuando vio que yo la tomo, él salta y se baja del auto. Ahí me voy rápido, me meto a la carretera y aparezco en Las Condes”, concluyó.
“¿Qué me salvó la vida a mí? La mica y esta maquinita del shock eléctrico”, reflexionó.
“Pagamos impuestos”
A modo de conclusión, el chofer precisó que “el gran problema es que la gente quiere colocar esta mica, pero si la mayoría de colegas andan con esto, los van a fiscalizar, le van a pasar un parte de 700 mil pesos, les van a quitar el auto, por algo que nosotros estamos pagando impuestos, entonces es ilógico”.
“El problema es que, a la mayoría de los conductores de aplicaciones, les da miedo las fiscalizaciones. Nosotros pagamos impuestos, pero no han sacado la ley donde estipulan qué tipo de auto tenemos que manejar, qué choferes tienen que manejar o las características de las licencias. Entonces hay una incongruencia total: nosotros pagamos impuestos, pero si nos para la municipalidad nos quitan el auto y nos pasan un parte”, agregó.
Finalmente, el chofer explicó que “estamos trabajando, estamos moviendo Chile, ocupamos combustible, pagamos nuestros impuestos, pero el gobierno no quiere sacar la ley que haga esto legal. Han matado gente”.
“Yo hoy quiero ir a Carabineros para hacer la denuncia, está la cara del tipo y eso fue lo que sucedió. Gracias a Dios no tenía pistola, pero este el riesgo que estamos corriendo todos los días”, cerró.