Al ex Presidente Eduardo Frei Montalva probablemente nunca se le pasó por la cabeza que su fiel chofer y colaborador, Luis Alberto Becerra Arancibia (76), lo traicionaría al entregar información que a la postre serviría para la eliminación de uno de los más emblemáticos opositores al régimen de Pinochet.
Pero Becerra fue procesado ayer por el ministro en visita Alejandro Madrid, en calidad de autor del homicidio del ex mandatario, fallecido el 22 de enero de 1982.
También fueron encausados como autores el ex agente de la CNI, Raúl Lillo Gutiérrez, y el ex subse de Salud de Frei padre, doc Patricio Silva Garín.
Al galeno Pedro Valdivia Soto le cayó la teja como cómplice. Todos quedaron presos.
A su vez los patólogos de la UC que realizaron la autopsia del cuerpo, Helmar Rosenberg Gómez y Sergio González Bombardiere, fueron procesados como encubridores, pero quedaron en libertad bajo fianza.
EL CONDUCTOR
De acuerdo a la resolución judicial, Becerra o "Luchito" espiaba para la CNI, todas las actividades de Frei Montalva.
El agente Enrique Gutiérrez declaró que "cuando don Eduardo viajaba al extranjero, nos enterábamos a través de un informante, que al parecer era su chofer, quien informaba las oportunidades que lo trasladaba al aeropuerto y cuándo tenía que recogerlo".
Según Gutiérrez, "Luchito" se entendía con Lillo, quien formaba parte de una brigada encargada del seguimiento, control y análisis de las actividades opositoras de la DC.
El fallecimiento se produjo por la introducción paulatina de sustancias tóxicas no convencionales". Alejandro Madrid, juez.
El juez Madrid menciona que "durante el período de la enfermedad e internación en la Clínica Santa María (Becerra) concurría a preguntar acerca de la evolución del estado de salud de Frei y una vez acaecido su fallecimiento, colaboró en el domicilio de éste recibiendo a las personas que venían a expresar sus condolencias".
El ministro indica que la muerte de Frei se debió a la "introducción paulatina de sustancias tóxicas no convencionales" (gas mostaza, utilizado en la guerra Irán-Irak, y Talio, veneno presente en raticidas) y a la aplicación de un producto farmacológico no autorizado denominado "Transfer Factor", que deterioró su sistema inmunológico y facilitó la aparición de bacterias oportunistas.
EL DOC DE FAMILIA
Todo este cuadro de ingreso de sustancias tóxicas al cuerpo del ex Presidente se hizo cuando estaba a cargo del equipo médico su ex subsecretario de Salud y doctor de confianza de la familia Frei: El ahora procesado doctor Patricio Silva Garín.
Este profesional ingresó a las filas de Sanidad del Ejército en 1955 y cesó sus funciones en la institución cuando jubiló, en 1985.
En ese período, Silva fue subsecretario, estuvo envuelto en la rebelión militar conocida como el "Tacnazo" y se lo mencionó en el asesinato del comandante en jefe del Ejército, René Schneider, ordenado por extremistas de derecha para evitar la subida de Salvador Allende al poder.
Todos estos antecedentes pesaron en la calificación procesal del doctor y los otros mencionados, establecida por el juez Madrid, quien irá por los cerebros del magnicidio.
"Hacia allá debería dirigirse esta investigación", sentenció el magistrado.
EDUARDO FREI HIJO: "ESTE ES UN MAGNICIDIO"
Desde su casa, el ex Presidente y actual candidato de la Concertación, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, calificó como "un magnicidio" el asesinato de su padre establecido por el juez Alejandro Madrid.
Junto con agradecer el trabajo del magistrado y alabar la fortaleza de su hermana Carmen para nunca darse por vencida en el caso.
"Para conocer la verdad de Víctor Jara nos demoramos 36 años para conocer la verdad del Presidente Frei, 27 años, y esto da confianza y optimismo y por eso el tema de derechos humanos tiene que ser relevante en nuestra sociedad y que nunca pase lo que ha pasado", añadió.
Concordó con la Presidenta Bachelet, quien aseguró que la "justicia tarda pero llega" y además recordó palabras de su padre.
"Hoy día yo creo que ha llegado la verdad y como Frei nos entregó su libro el año 55, La verdad tiene su hora, llegó la verdad y llegó su hora. Y nosotros seguimos caminando, seguimos trabajando con paz en los espíritus hoy día, pero sobre todo como el Presidente Frei siempre nos dijo: Yo le pido a mis hijos y a mis nietos que amen a Chile y trabajen por su grandeza. En eso estamos y en eso vamos a seguir", concluyó.
Por Luis Vieyra O. y Ronald Henríquez M.