Ni del mismísimo Pulento tiene perdón un grupo de patos malos que aprovechó que un piño de bomberos trabajaba en el rescate de un joven para chorearle sus pertenencias desde una camioneta.
Los afectados son los chicos buenos del grupo de Rescate Subacuático (Gersa) de Bomberos del Lago Ranco, Osorno, los que ayudan a la Fiscalía Local y a la PDI para ubicar a Luis Felipe Álvarez Bello (18), a quien se le perdió el rastro en el afluente sureño el 28 de octubre.
Los rescatistas llegaron a bordo de una camioneta 4x4 de la institución, donde se cambiaron de ropa y dejaron sus cosas de valor antes de meterse al agua. Al regresar, cacharon uno de los vidrios quebrados y ni rastro de sus pertenencias.
"Nos vamos con rabia, ya que ni a bomberos se les respeta cuando anda trabajando. Nos rompieron el vidrio y nos llevaron nuestras ropas, documentos, equipos de radio y dinero", señaló el comandante de bomberos Carlos Cifuentes.
Los daños fueron avaluados en 1 millón de pesos, mientras que la denuncia ya fue interpuesta en fiscalía.