Aunque no pudieron llegar a tocar el timbre de la casa del Mandatario, sí lograron apostarse en las afueras, donde se manifestaron pacíficamente, aunque no lograron que el Presidente saliera a responder sus inquietudes.
Desde que arrancó el estallido social se han filtrado direcciones de autoridades, números de teléfono y correos personales que luego se han viralizado a la velocidad del rayo en redes sociales.
Y con esa misma rapidez, ayer un multitudinario lote de ciclistas, organizados por Fusión Bike, decidió cambiar el plan original de la manifestación en dos ruedas, pensada en dirigirse al sector poniente, para finalmente llegar hasta la residencia de Sebastián Piñera. Mientras transitaban por las afueras del Mall Sport, un grito anónimo de "¡Piñera vive por aquí!" cambió la dirección de los manubrios, que se dispusieron a llegar a la residencia del Mandatario.
Fueron miles los amantes de este medio de transporte limpio los que enfilaron hasta la propiedad del Presidente, enclavada en el barrio alto, y que pedalearon sin miedo hasta ese lugar, a pesar del hostigamiento policial, que hasta desde los cielos monitoreó su progresar por el asfalto desde helicópteros.
¿El plan? Ser escuchados por el mandatario. Muchos avanzaron varios kilómetros para llegar a destino, provenientes de distintas comunas, todo con la idea de tocar el timbre de Sebastián Piñera y ser atendidos por él, algo que finalmente no sucedió, pues sólo lograron apostarse en la esquina, al ser interceptados por un carro policial y la escolta presidencial, que fusil en mano infundió el respeto.
En dos ruedas...
Ante la insistencia de los ciclistas en llamar la atención de la autoridad, Carabineros optó por reforzar de urgencia la seguridad del inmueble, pero como los manifestantes no desistían, la fuerza policial terminó por dispersarlos hasta que hicieran abandono del sector donde reside el Presidente.
"Si no nos dejan llegar hasta La Moneda para ser escuchados, teníamos que venir hasta su casa, a ver si así nos atendía", expresó Luis Rivera, uno de los tantos pedaleros que se apostó en las afueras de la vivienda del mandatario.
Otro de los manifestantes en dos ruedas que viralizó la marcha fue Raúl Thiers, quien describió que "nos quedamos en la esquina unos 20 minutos gritando consignas. Incluso pasó el helicóptero a baja altura. Vecinos salieron a defender a Piñera, pero no hubo mayores problemas", expresó el ciclista furioso, que al igual que todo el piño retornó a Plaza Italia, a poner broche a su protesta sin disturbios.