Investigadores del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), perteneciente a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, descubrieron que un famoso antibacteriano sería tóxico para el sistema nervioso y las neuronas.
El componente denominado triclosán se encuentra presente en productos como champú, pastas de dientes, desodorantes, lavalozas, e incluso en telas y zapatos.
Los hallazgos del equipo, que es liderado por Genaro Barrientos, doctor en Biología Celular y Neurociencias, se suman a descubrimientos realizados anteriormente por este investigador y otros grupos alrededor del mundo, en los que se han descrito daños por toxicidad a nivel hepático, intestinal y del músculo esquelético y cardíaco a causa del triclosán.
En otros países, como Estados Unidos y Australia, se han detectado también concentraciones de este químico en tejidos de animales y humanos.
"Considerando la evidencia existente, pensamos que es muy relevante seguir explorando este área y los efectos de este químico, ya que el uso de productos con antimicrobianos está asociado a ciertas costumbres que hoy predominan", comentó Barrientos.
"La gente está muy convencida de que es importante eliminar la carga bacterial lo más posible", advirtió, respecto de que muchas personas podrían estar dañando sus cerebros por el empleo del triclosán, utilizado en la industria por su capacidad antibacterial y de conservante.
Los investigadores hicieron un diseño experimental para estudiar conducta y efectos neurológicos en modelos de ratones y neuronas en cultivo. Se usaron seis animales de control y otros seis de prueba que, luego de tres inyecciones con un día de separación, fueron liberados en un laberinto con una recompensa en el otro extremo.
"Lo más importante que encontramos es que el triclosán afecta la formación y procesamiento de memoria", explicó Barrientos, también investigador del Centro de Estudios en Ejercicio, Metabolismo y Cáncer, CEMC.
"Para nuestra sorpresa, el efecto es bastante grande. Hicimos estudios en neuronas de cultivo in vitro y también expusimos a animales vía inyección intracerebrales en concentraciones muy bajas de este compuesto", detalló el profesional.
"¿El resultado? Los animales expuestos al tóxico fallaron y dieron vueltas sin sentido", precisó.
Por lo que las pruebas demostraron que el compuesto afecta seriamente a la memoria y el sentido espacial, y lo que es peor, de acuerdo a Barrientos, "no se necesitan altas concentraciones del tóxico para producir el daño".
"El llamado es derechamente a no usar esos productos", subrayó el científico, quien recordó que el triclosán suele ser utilizado en productos que se venden con el plus de tener propiedades antimicrobianas, pero, tras los hallazgos, su recomendación es otra: "Compre jabón vulgar y silvestre, eso es suficiente".
Sobre esa base, el próximo paso de los investigadores es analizar las concentraciones de triclosán en cerebros humanos, estudio que consideran trascendental pero que aún no han podido comenzar por falta de fondos.