Dos científicos de la UTEM realizaron un proyecto digno de aplausos, ya que trataron el aceite usado en el casino de la facultad de Macul y lo convirtieron nada menos que en jabón.
Los investigadores a cargo de este trabajo son Loreto Aceitón y Jorge Sánchez. El segundo contó que "con Loreto nos conocimos en un diplomado de docencia universitaria. Ella estaba vinculada al mundo de la sustentabilidad y yo venía del mundo del aceite, y tenía ganas de hacer algo con eso dado que se presentó un concurso en la universidad para postular a un proyecto".
Finalmente, le comentó la idea que quería trabajar con ella, y la científica aceptó el desafío. "Me dijo que había escuchado que se podía hacer jabones con los aceites y ahí decidimos reciclarlo", indicó Sánchez.
La pareja postuló al concurso "Camino Sustentable", se lo adjudicaron y pidieron permiso para tratar los cien litros de aceite que desecha al mes el casino del campus, y como sólo uno contamina a 1.000 litros de agua, iban a evitar el daño de 100 mil.
"Esta medida contribuye a la descontaminación de aguas, ya que el aceite contribuye a formar una película superficial que afecta el intercambio de oxígeno y perjudica a los seres vivos del ecosistema", dijo Sánchez.
En cuanto a los prejuicios que debe tener la gente al ante la posibilidad de usar un jabón elaborado a base de un producto tan poco atractivo, Sánchez explicó que "muchas veces, los jabones (normales) los fabrican con restos de animales, en realidad uno podría pensar que hay que hacerle un marqueteo importante al producto, pero no hay ningún peligro al usarlo porque le hacemos un tratamiento de limpieza con carbón activado".
Desecho
Aceitón destacó que el proyecto fue trabajado en conjunto con estudiantes de ingeniería química e ingeniería civil industrial, "quienes tuvieron una activa participación en el proceso, acercando así el conocimiento y la sustentabilidad a los estudiantes".
"Es competitivo el precio del producto, un litro de jabón comercial debe estar alrededor de 700 u 800 pesos, y nosotros estamos cerca de eso en busca de buenos proveedores de materias primas que nos va a permitir bajar a la mitad los costos, sin considerar la mano de obra", contó Sánchez.
Sobre la mejor forma de eliminar el aceite que todos usamos en la casa, el experto explicó que "lo menos malo desde el punto de vista del uso domiciliario es meter el aceite en una botella y botarla a la basura, pero lo ideal es llevarlo a lugares donde los reprocesen u ocupen, esas son las mejores opciones porque contamina mucho en el desagüe que es por lejos lo peor".
El profesor agregó que tienen pensado ampliar la línea dentro del mundo de los aceites para hace biodiesel y usarlo en algún vehículo.