Cuando se anda con la bala pasada, no hay manera de que las cosas no terminen disparándose. Y bien lo sabe Claudio Borghi, quién vivió su noche más negra en Sao Paulo.

Tras la eliminación de Chile, tuvo una pelea con su compañero Manuel de Tezanos, en las pantallas de Fox Sports, que sacó chispas.

En el análisis del fracaso en la Eliminatorias, el periodista hincha de Universidad Católica dijo al aire que "Jadue con todas sus yayitas, supo sacar a Borghi a tiempo y trajo a Sampaoli".

Sentencia que fue como ají en aquella parte donde la espalda cambia de nombre para el ex adiestrador de la Generación Dorada. Tanto así que trató a De Tezanos de "populista" y luego agregó que "le voy a enseñar a leer fútbol. Cosa que evidentemente no sabe y tiene que aprender mucho". ¡Chan!

Acto seguido, el tetracampeón con Colo Colo abandonó la caseta que ocupaba en el Allianz Parque de Sao Paulo. De paso dejó a Manuel intentando explicar lo que todos ya habíamos visto.

Sin embargo, la jornada no había culminado ahí. Más tarde, cuando ya las cosas se habían calmado en la señal internacional y el comentarista buscaba un poco de paz en el hotel donde "concentró", vino lo peor.

SIGUIÓ EL DRAMA PARA BORGHI

Según varios testigos, un hincha comenzó a darle jugo al entrenador por el fracaso de nuestros gladiadores. Lo que el hombre quería era que Claudio le señalara las razones de la derrota, pero -añaden quienes vieron el hecho- no en muy buenos términos.

Fue ahí cuando se produjo un intercambio de palabras poco amistoso y comenzó la confusión. Es que según muchos, el personaje en cuestión andaba con una caipiriña de más y pertenecía a la famosa banda tropical Noche de Brujas.

Pero como nosotros tenemos el teléfono de todos los famosos, llamamos a Kanela y le preguntamos por el atado. "El único integrante de la banda y del equipo que está acá soy yo. Por lo que es imposible que sea uno de los nuestros", soltó el cantante.

Entonces, ¿quién fue? Averiguando con los testigos de la discusión, el personaje sería el cuñado de Mauricio Pinilla. Chiquillo que para Borghi quedó en el pasado, pues cuando le consultamos por su noche contestó "nada que comentar".