El gobernador emitió la acusación luego de una revisión que partió con una revisión que hizo pasar el caso “de sospechoso a claramente irregular”.
Claudio Orrego, gobernador de la Región Metropolitana, habló de la denuncia que realizó por el sobreprecio en millonarios contratos hechos cuando Felipe Guevara estaba a cargo de la Intendencia.
“Nosotros asumimos en julio y nos encontramos con 20 proyectos aprobados casi entre la primera y segunda vuelta, cuyos cheques se habían entregado días antes de que nosotros asumiéramos”, contó en el matinal Mucho gusto (Mega).
En una primera revisión, aparecieron “tres cosas que nos parecieron sospechosas: primero que había plagio, había tres proyectos exactamente iguales en todo, en cronograma, comuna, domicilio, y es raro si eran tres organizaciones distintas”.
Luego les sorprendió que “el mismo Gobierno Regional había objetado esos proyectos y, así y todo, se habían entregado los cheques, cosa que es bastante irregular”. De hecho, “una jefa de división había dicho por escrito, devuelto estos proyectos diciendo que era un plagio, que no se podían aprobar y se aprobaron igual”.
Y lo tercero “que nos pareció sospechoso” es que “eran tres organizaciones distintas y se repetía el mismo nombre del tesorero en dos de ellas, que era la misma persona que era presidente en la tercera. Además, “lo más increíble es que los directorios eran puros familiares”; de hecho, señaló que “parecía árbol genealógico más que organigrama”.
Ante eso, Orrego ordenó la paralización en la ejecución y envió los antecedentes a la Contraloría.
“Es tan burdo”
Tras ello, “nos enteramos de que además había sobreprecio, que a una de esas organizaciones le habían entregado un proyecto en abril por otros $500 millones”. Fue ahí cuando “esto pasó de sospechoso a claramente irregular”.
El gobernador incluso dio un ejemplo con una clase de spinning que “costaba $300 mil para una persona”, lo que “equivale a un gimnasio casi todo el año”.
Por otro lado, “cada sesión masiva de zumba, que además no se podía realizar en pandemia, estaba valorada en $16 millones”. También, la elaboración de “una página web costaba, de acuerdo a este programa, $18 millones”.
“El sobreprecio, que lo detectamos después de las primeras irregularidades, es tan burdo, tan escandaloso que a mí me hace pensar que aquí hubo una intencionalidad de defraudar al fisco”, remató.
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