Frente al aumento del consumo de helado en época de verano, la Seremi de Salud Metropolitana fiscalizó este jueves las condiciones sanitarias de distintas heladerías de la capital.

El primer local en ser clausurado y quedar con prohibición de funcionar hasta que regularice la situación, fue la heladería artesanal MÓ, ubicada en calle Mosqueto con Monjitas. Según la autoridad presente, la decisión de adoptó tras identificar una falta de control de plagas, debido a la presencia de cucarachas.

Según explicó la seremi Rosa Oyarce, la fiscalización busca "evitar que las personas se enfermen por la presencia de bacterias en los helados (...) tenemos una prohibición de funcionamiento. La hemos cerrado porque no contaba con un documento que acreditara una vigilancia permanente de lo que es control de plagas, que es algo que deben tener todos estos locales comerciales donde se expenden alimentos".

"En Chile, somos unos de los países que más helado consume, estamos en el promedio de los 8 litros. Lo que tenemos que fijarnos es que cuando consumimos helados, la cuchara, donde lavan las cucharas, no sea agua acumulada, porque allí hay un caldo de cultivo que se da por las altas temperaturas", dijo.

Los locales que no cumplan con las medidas sanitarias arriesgan una multa que va desde una amonestación hasta las 1000 UTM, lo cual es determinado por el Departamento Jurídico de la Seremi.

Otro de los afectados durante esta primera fiscalización fue uno de los locales de la heladería Bravíssimo, ubicada en Plaza de Armas, la que quedó con sumario por fallas estructurales y de higiene, pero que no impide su normal funcionamiento, debido a que no representa un peligro para los consumidores.