La frase manida, pero no por ello menos cierta, dice que "el cobre es el sueldo de Chile". Y para ser francos, desde 2014 el sueldo ha estado bien bajo, afectando casi todas las actividades económicas desde un nivel macro a uno micro, o sea, desde el bolsillo del Estado, pasando por el de las grandes empresas mineras y prestadoras de servicios hasta el chauchera de las personas de a pie.
Pero claro, como en todo cuento de Navidad, la buena nueva empezó a conocerse el 25 de diciembre, cuando la principal productora de cobre china, Jiangxi Copper, cesó temporalmente sus funciones para dar cumplimiento a normas mediambientales del gobierno. Y eso disparó el precio de la materia prima, que los expertos del sector llaman "commodity", a 3,234 dólares la libra en la Bolsa de Metales de Londres.
Así empezó a verse una luz al final del túnel, o sea de la mala racha que comenzó en marzo de 2014, con una baja en el crecimiento económico del "Gigante Asiático" su efecto dominó que nos mantuvo en los 2,1 dólares por libra de cobre durante un buen tiempo. Eso hasta agosto de 2017, cuando las cosas empezaron a cambiar en China, al retomar el crecimiento económico y por consiguiente el repunte del metal rojo, situándolo en US$ 3.
Esa es la historia a nivel de expertos, de especialistas en la materia, pero mientras tanto, a nivel de calle, millones de chilenos, aproximadamente 17,5 millones de personas, aún pasan las penurias de un período económico deprimido ocasionado por un cobre a bajo precio. Especialmente en el epicentro cuprífero del país: Antofagasta, en la Segunda Región, suelo sobre el que se levantan y profundizan yacimientos como el de Chuquicamata y compañías privadas como extranjera Angloamerican y la nacional Antofagasta Minerals.
Departamentos fantasmas. Hace diez años comenzaron a surgir una serie de proyectos inmobiliarios frente al mar. Edificios se alzaron al cielo con precios casi rozando las nubes eran el pan caliente hasta 2014, cuando el precio del cobre se derrumbó.
"Los departamentos frente al mar están esperando que los ocupen y pertenecen a gente que los compró en tiempos de bonanza cuprífera para arrendarlos a personas de la minería. No los ocupa nadie y sus dueños aguardan a que el cobre se recupere", cuenta un antofagastino dueño de una de estos inmuebles.
Las cifras a este tema las pone Silvia Orge, dueña de Silvia Orge Propiedades: "Estamos hablando de propiedades que se arrendaban a precios muy lejos de la realidad del país, superando los 700 mil pesos". Pero eso acabó, ahí está todo, dispuesto, esperando otra racha. "Sin duda que este repunte nos vendrá bien, pero no como todos creen. Sin ser experta, puedo pensar que los departamentos con un precio del cobre sobre los 3 dólares se van a ocupar, sin duda, porque además en el ambiente se sabe que hay nuevos proyectos mineros. Pero no todo será igual. Los arriendos serán del orden de los 350 mil a 400 mil pesos. Y eso es bueno".
Pero surgen las preguntas. ¿Se mantendrá el precio del cobre en alza? ¿Cuánto durará? La respuesta cautelosa de los expertos se hace oír. "Si China se estabiliza en una tasa de crecimiento promedio del 6,5% anual, el precio del cobre debería mantenerse en 2018 por sobre los tres dólares la libra", sostiene Rodrigo Saens, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Talca.
Como la gestión de las empresas mineras están muy marcadas por los ciclos económicos, toman recaudos, los que perduran incluso al inicio de un repunte, que hace que las cosas no tengan un efecto inmediato. "Las empresas productoras implementaron políticas de contención de costos, muy necesarias dada la situación generada durante el súper-ciclo donde la producción era lo más importante.
Estas políticas se ha mantenido en el tiempo enfrentando un nuevo escenario del alza del precio el cobre durante el segundo semestre del 2017, donde se ha mantenido sobre los US$ 3 la libra muy superior a los US$ 2,2 del año 2016, situación que se considera favorable para la reactivación de proyectos y nuevas inversiones", afirma Óscar Benavente, decano de la Escuela de Negocios Mineros de la U. Católica del Norte.
Agrega Benavente que "los proveedores de minería tanto de bienes y servicios se podría considerar que se verán impactados positivamente con esta alza del cobre".
Negociaciones colectivas
Además, según fuentes del sector minero y cuprífero, el alza del cobre tendrá un impacto en las negociaciones colectivas que están por venir, "que en el norte, si consideramos las Cuarta, Tercera, Segunda y Primera Región, deben sumar 10 sindicatos".
Uno de los sindicatos que recientemente cerró un proceso de negociación fue el Sindicato de Trabajadores de Minera Esperanza, que entre otros beneficios logró un bono de término de conflicto de $14 millones . "Es indudable que en este proceso influyó un precio del cobre de 2,8 y 3 dólares la libra, entre otras cosas. No es sólo lo que empezó a ocurrir este año, sino lo que se proyecta en producción para cautelar los años que vienen", sostiene Leonardo Astorga, presidente de la entidad.
En todo caso, Astorga tiene esperanzas en algo más, cree en el futuro esplendor que viene para el cobre: "Escuché a un experto que a partir de 2019 el cobre podría experimentar una subida de precio porque se debe 'descarburar' el planeta, esto mediante una creciente fabricación de autos el´ctricos, que requieren mucho cobre, y ante eso se proyecta hasta alcanzar precios récords, incluso sobre los US$ 4 la libra".
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