El Vía Crucis que vivieron los jugadores de Cobresal para llegar al Monu, merecía una resurrección que les devolviera la fe. Pero no sólo a ellos, sino a toda la Región de Atacama.
Es que los "mineros" se habían juramentado que derribarían al "Goliat" albo, para que el sufrimiento que manchó su tierra con el café del barro, se transformara en color esperanza. Ese que Diego Torres convirtió en himno y que hoy sonará con fuerza desde El Salvador para todos los afectados.
Un desahogo que costó caro, porque Emiliano Vecchio los vacunó a los tres minutos y parecía que iba a dejar en el olvido a Humberto Suazo.
Claro, la mocha después nos demostró a todos que el “Chupete” no tiene por qué sentirse amenazado. Aunque esa es harina de otro costal, por lo que volvamos a la cancha...
Penal inexistente
El juez Julio Bascuñán se cuadró con la visita, cobrándoles un penal inexistente. Sin embargo, el dolor no quería despedirse de manera fácil: Paulo Garcés, que reemplazó a Justo Villar, le tapó el tiro a Sarabia y el triunfo albo parecía indiscutible.
Pero Viernes Santo sin Judas no es lo mismo y apareció el villano en los "apóstoles" de Tito Tapia: Claudio Maldonado.
El volante no cubre el palo que le asignó Garcés en un córner y a los 38', Federico Martorell puso el 1-1. Pepa que llamó a la alegría y logró la certeza de que había valido la pena bañarse con baldes en la semana, porque el agua no alcanzaba para las duchas.
Entonces, Giovagnoli en el descanso aprovechó de recordarles que tuvieron que abandonar a los suyos a mitad de semana, para venirse a entrenar a Santiago y así poder defender su liderazgo en el Clausura.
Ni agua ni comida
"Sin el vital elemento y con poca comida, no tuvimos otra opción", explicó el deté y la fórmula resultó exitosa.
Tanto así que MatíasDonoso entró motivado en el segundo tiempo y tras el manso condoro de Maldonado, (sí, ¡otra vez!) sacó un zapatazo imposible para el "Halcón".
"Este triunfo es para mis hijas, mi familia, mis compañeros y para toda la gente linda que está sufriendo", fue la reflexión del héroe de la jornada.
Y las cumbias sonaron con más fuerza en el camarín que ocupan los foráneos en la Ruca, porque Cobresal abrochó la victoria con un orden táctico envidiable.
"Hay gente nuestra desaparecida, muerta o pasando frío y pudimos superar toda esa adversidad para quedarnos como punteros. Por eso esto es para ellos, para nuestros vecinos y amigos", soltó el adiestrador. El mismo que se había propuesto sólo salvar al equipo del descenso y ayer quedó a cuatro fechas de ser campeón, pues desplazó al Cacique a cuatro puntos y espera lo que pueda hacer Católica en el clásico universitario.
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