"Mi hermanó quedó en shock por todo lo que le pasó; el hecho de que lo hayan apuntado, encañonado y haberle robado su fuente de trabajo.
Él nunca había vivido una experiencia así en su vida", soltó Giovanni Ramírez (28), hermano de Cristián.
Pero el peor día de su vida para Ramírez partió terrible de piola. El colectivero del recorrido 5087, que va desde el centro de San Bernardo al cerro Chena, iba de lo más tranqui, hasta que llegó frente al Juzgado de Garantía.
Allí, pasado el mediodía, en la esquina de Urmeneta con O'Higgins, se le apareció el cuma.
En ese momento, se acercó al colectivo de Cristián y, pistola en mano y punta de golpes y amenazas, lo obliga a descender junto a las otras personas que en ese momento estaban en el auto, entre ellos tres adultos y un niño.
Según un testigo que estaba cerca del lugar de los hechos, la escena fue cuática: "Escuché varios gritos y al sujeto disparar unas tres o cuatro veces. Después de eso, salió corriendo (en dirección al colectivero)".
Nelly Tapia, madre del chofer, relató que "fue violento lo que le tocó vivir a mi hijo. Él estaba trabajando e iba con pasajeros al momento del robo".
La familia de Cristián, golpeada por la situación, se limitó a explicar que el hecho dejó muy afectado al hombre, quien aún no puede creer todo lo que le tocó vivir en tan sólo una mañana.
ALGO ES ALGO
La buena noticia para Cristián, dentro de la pesadilla que le tocó vivir, es que su colectivo fue encontrado en la comuna de El Bosque en perfectas condiciones.
Eso sí, el malandra no perdonó y se robó toda la plata que se había hecho durante la mañana, además de los documentos del vehículo.
Durante el transcurso de la tarde, el colectivero soltó a La Cuarta que el auto se lo entregarán luego, pero que igual no tiene documentos como para poder salir a trabajar.