Hay dos frases que ningún hombre quisiera escuchar en su vida: "Amor tenemos que hablar" y "Señor... ¡pase a mi oficina!".
Ambas le aseguran un dolor inmediato en aquella zona donde usted posa sus ojos cada vez que ve a una ricura con pantalones blancos.
Por lo mismo, cuando Héctor Tapia y Miguel Riffo le pidieron a los referentes y canteranos que se reunieran bajo uno de los pocos árboles que hay en la Ruca, los jugadores sabían que se venía un choripán sin marraqueta.
Y tan equivocados no estaban. La dupla técnica les pidió que dejaran los cahuines de lado y que unieran el camarín para intentar meter al equipo en la liguilla de Copa Libertadores, luego de "las siete finales que quedan".
Luis Mena, Esteban Pavez, Eduardo Lobos, Emiliano Vecchio, Luis Pavez y José Pedro Fuenzalida los escucharon con atención y se comprometieron a que, si bien no todos serán amigos, no habrán más situaciones como la pelea entre Toro y Toledo (que se produjo luego de la mocha con Unión Española) o la parada de carros que les pegó Villar al tratar al plantel de "cagones" luego de caer ante Cobresal.
"Como grupo debemos unirnos, para que este equipo salga a flote. No podemos decaer, ni perder ninguno de los partidos que vienen. Eso es responsabilidad de todos, pero nosotros debemos llevar la batuta", aseguró el "Chapa" al ser consultado por el cónclave.
Minutos después, el lateral confesó que hoy el ambiente está más propicio para fumar la pipa de la paz... ¡Oma!
"Empezó el campeonato, no se dieron los resultados y la presión fue cada vez mayor. El cambio de técnico descomprime el ambiente y espero que con la llegada de Tapia y Riffo, dos hombres de la casa, la gente se identifique y los venga a apoyar", señaló.
BERIZZO EN LA MIRA
Pero mientras eso pasa en la cancha, fuera de ella Arturo Salah ya tomó una decisión para la contratación del nuevo deté.
El presi de B&N le comunicó a la directiva que una vez que se genere consenso en torno a un nombre, se hablará directamente con el profesional -no con su manager- para acordar el proyecto deportivo.
Como el hombre que más preferencias tiene hasta ahora es Eduardo Berizzo, Salah se reunirá primero con la directiva de O'Higgins para transparentar sus intenciones.
Luego se negociará con el argentino y si todo llega a buen puerto, se le pedirá -si es que no está peleando el campeonato- que adelante los nombres que desea como refuerzos.