La llegada de Juan Antonio Pizzi a la banca de la Roja trajo varios cambios, entre ellos el despido del fisioterapeuta José Amador, por ser de confianza de Jorge Sampaoli. Una baja que afectó a los seleccionados y a un ex kinesiólogo de la Roja.
Alejandro Kock, magíster de Terapia Manual Ortopédica y con un tremendo currículo en el deporte, salió a defender la honra de Amador, ya que en su salida por la puerta chica fueron varios los profesionales de la kinesiología que le pegaron firme al sanador cubano.
De una avisó que no tiene ninguna relación con el caribeño y que no lo conoce ni en pintura, pero sí vio su trabajo de joyería en los perniles de la Roja, durante la era Sampaoli.
“Yo quiero salir a limpiar un poco su imagen. El es trainer deportivo, un profesional que trabaja en la cancha. Y ese un trabajo muy difícil, en tierra de nadie. Entre el entrenador, el médico, el director, el público y el jugador. Estuvo ahí lo hizo bien y por algo fue. Lo respalda el apoyo que tiene de los jugadores”, desembuchó Kock, que por estos días se está especializando en un curso de “Osteopatía”.
- Mucho se habló que Amador no tenía título y eso lo invalidaba para estar en el cuerpo médico de la Roja, ¿importa tanto el cartón ahí?
- Él estudió en Cuba y salir de ahí no es fácil. Aquí hay colegas que hacen dos papers y se creen especialistas. De hecho en su trabajo como rehabilitador, tenía kinesiólogos a cargo.
- Esa es una pega que a usted alguna vez le tocó en Colo Colo...
- Sí. Y como te dije, hay mucho compromiso con la mejoría física de los jugadores. Yo en Colo Colo tuve a Kalule Meléndez con el dedo gordo del pie derecho inflamado. Yo me preocupaba que se acostara, descansara y antes de dormirse yo le daba hasta un beso en el dedo para que se la pasara.
- ¡Eso sí que es vocación de servicio!
- Por eso necesitamos más “Amadores”. Y los que lleguen o tengamos tenemos que cuidarlos. No dejarlos partir tan fácil. Yo si pudiera traerlo a mi staff lo haría, pero tengo entendido que está trabajando en Miami.
Prepara un proyecto con Zamorano en la Ciudad Deportiva
El 2014, cuando Iván Zamorano estuvo en crisis financiera, la Ciudad Deportiva que lleva su nombre quedó pendiendo de un hilo. En ese momento de flaqueza económica y administrativa, apareció Alejandro Kock y compró el 30% de las acciones del recinto.
De ahí en más, el colorín ha estado participando en las decisiones del centro y armando un ambicioso proyecto junto al mismo Bam Bam, Nicolás Massú, Tomás González y, posiblemente, con Cristián Bustos.
“Queremos armar algo lindo e interesante con algunos personajes que algo le han dado al deporte chileno. Estamos proyectando una Ciudad Deportiva más moderna y que pueda integrar aún más a la comunidad. Lo necesitamos como país, porque no sé si hay otro centro deportivo tan integral como el nuestro”, desembuchó Kock, que aprovechó de soplar algunas papitas del lugar.
El coloro soltó que construirán al menos seis canchas de fútbol y unas cuatro de tenis, además de contar un lugar especializado para la gimnasia y otras disciplinas.