El Flaco fue protagonista de un nuevo incidente, luego de que lo detuvieran en el Aeropuerto de Santiago por un altercado con personal de una aerolínea y, luego, con funcionarios de la Policía de Investigaciones. Se encontraba en estado de ebriedad, por lo que resolvieron bajarlo de un vuelo al norte. “Te voy a matar a balazos”, habría sido la amenaza que hizo más tarde a uno de los afectados.
El siguiente es un clásico de Dinamita Show:
“Combos iban”, cancherea Paul Vásquez, justo antes de lanzar un preciso crochet al aire, como si ahí, en el punto imaginario donde acaba el movimiento, encontrara de lleno a su objetivo. De inmediato, sigue exhibiendo un impecable juego de piernas. En su relato, se encuentra en medio de una pelea callejera pero se mueve como el mejor de los boxeadores. Mauricio Medina lo mira atentamente, casi con admiración.
Pero luego Vásquez recula. Estira el cuello con gracia hacia atrás y se retuerce. No una, no dos, no tres; lo hace varias veces. Claro, ahora emula una paliza donde él es el principal damnificado. “Combos venían”, remata. El público que tiene al costado estalla en carcajadas. Medina también. La secuencia se repetirá, dependiendo el escenario y el año, en dos o tres ocasiones.
Dinamita Show fue un dúo humorístico urdido a finales de los ochenta en las calles de Viña del Mar. Allí, Mauricio Medina y Paul Vásquez, o El Indio y El Flaco, dieron los primeros pasos de una carrera que pronto les permitió echarse al bolsillo al público y a la escena nacional. Sus cinco Festivales de Viña debieran bastar como prueba. Si no, está el resto: la serie de Cementerio pal’ pito —parodia de Cementerio maldito, dividida en nueve partes—, Matriz recagados, y sus apariciones en Sal y pimienta, Domingo 7, De pé… a pá, Venga conmigo y Nace una estrella, entre otros.
En prácticamente cada una de sus presentaciones, ese chiste era uno de los números puestos. De hecho, es posible encontrarlo en YouTube con ese nombre: Combos iban, combos venían. En la trama, El Flaco proponía un enfrentamiento cuya génesis tenía por responsable a un “pato malo” de la época, que lo intentó asaltar. Entonces, lo interpretaba con un gorro de lana, movimientos y lenguaje característicos:
—Hermano, ¿qué pa’ con una monea pa un copete, y wa? (...); una monea pa’ un copete, chuchet…, antes de que te cuelgue.
Y claro, su negativa daba comienzo a la trifulca.
De alguna forma, la noche de este lunes la realidad superó a la ficción cuando Paul Vásquez, aunque lejos del querido personaje de El Flaco, devino en ese “pato malo” al que tantas veces echó mano, para encarar al personal de la aerolínea Latam en las dependencias del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en la comuna de Pudahuel. El humorista se tomó todos los portales al día siguiente, luego de que se confirmara que producto del incidente fue detenido.
Con el paso de las horas se fueron conociendo los detalles:
“Funcionarios de este departamento detuvieron en la noche a una persona de sexo masculino que se disponía a abordar un vuelo a la ciudad de Iquique, el cual fue desembarcado por personal de la compañía aérea debido a que se encontraba en estado de ebriedad”, precisó el subcomisario Sebastián Quevedo, del Departamento de Inspección Secundaria Aeropuerto (Deinsa).
Y enseguida añadió: “Esta persona mantuvo un comportamiento agresivo y amenazante, efectuándole lesiones a personal de la compañía aérea. Por ello, personal de la PDI concurrió al lugar, estableciendo las lesiones de la persona, y además esta persona le efectuó lesiones y amenazas a personal de la PDI”.
Finalmente, el subcomisario confirmó que el implicado, Paul Vásquez, “fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía local de Pudahuel, que instruyó que la persona fuese puesta a disposición del Primer Juzgado de Garantía de Santiago en horas de la mañana, pasando al control de detención respectivo”.
En las imágenes que captaron las cámaras de seguridad del aeropuerto se puede ver parte de lo ocurrido:
La historia, sin embargo, comenzó un rato antes, cuando el humorista de 54 años abordó el avión que lo trasladaría al norte. Allí, de entrada llamó la atención porque tuvo dificultades para guardar su equipaje de mano, que apenas consistía en un bolso pequeño y otra bolsa, que contenía un terno rosado. Luego se le notó ido: no encontraba el asiento que había comprado, y se lo hizo saber a un auxiliar de vuelo. De hecho, aparentemente se habría sentado en el lugar equivocado. Según los relatos, sólo con la ayuda de otro pasajero pudo hallar la ubicación correcta.
Había otro problema. Vásquez adquirió un asiento que corresponde a una salida de emergencia, y se sentó allí, en el 10E. Pero a esas alturas era evidente: El Flaco no estaba bien. Apenas pudo apoyarse y lo perseguía un notorio hálito alcohólico. Es más, quienes lo vieron, describen que camino a su lugar su paso era lento, casi que tambaleándose. En ese estado de cosas, no sólo él sino todos los pasajeros corrían un riesgo. Y de eso se percató personal de la aerolínea, que se acercó para intentar convencerlo de cambiar su posición, algunos asientos más adelante.
De acuerdo a lo que consignó Glamorama, los pasajeros fueron categóricos con Vásquez: “Se dejó caer en su asiento e intentó abrocharse el cinturón, pero no pudo”.
“Se veía desorientado, errático y sin capacidad de seguir instrucciones básicas”, comentó otro.
En definitiva, desde la aerolínea lograron trasladarlo, pero dos mujeres que ahora estaban cerca de él, sintiéndose perjudicadas, se quejaron de la decisión. Luego de un breve diálogo en el que participaron el piloto y los funcionarios del vuelo, resolvieron entonces bajar al humorista y darle aviso a la Policía de Investigaciones.
Más tarde en el matinal de Chilevisión, Contigo en la mañana, un trabajador del aeropuerto detalló que a Vásquez “dos carabineros lo llevaban cargado y se cayó ahí, en ese lado”.
“Luego nos dijeron que era un comediante (...); iba en bastante estado de ebriedad, lo sacaron rápidamente del embarque porque el piloto dijo que no podía llevarlo en estado de ebriedad”, completó.
Sin mediar consecuencias, luego de que lo desembarcaran del vuelo, Paul Vásquez descargó su furia contra un funcionario de la aerolínea y otro de la PDI. En el matinal de Chilevisión, de hecho, dieron a conocer la grave amenaza que la mitad de Dinamita Show pronunció contra uno de los afectados:
—Te voy a matar a balazos, y te voy a esperar afuera del aeropuerto.
“Siguiendo el procedimiento establecido dentro de los protocolos operacionales y de seguridad de la aerolínea, un pasajero debió ser desembarcado previo a la salida de su vuelo LA174 (Santiago-Iquique) (...); El pasajero agredió a dos agentes de servicio, quienes debieron constatar lesiones y hoy se encuentran en buenas condiciones de salud”, señaló Latam mediante un comunicado.
Paul Vásquez pasó a control de detención y fue formalizado. Luego, el Primer Juzgado de Garantía de Santiago lo dejó en libertad y decretó la medida cautelar de prohibición de acercarse a las víctimas.
Se fijó un plazo de 60 días para realizar la investigación.
Es apenas la última de una serie de polémicas que lo han perseguido toda su carrera, y que más de una vez ocasionaron la ruptura de su sociedad con Mauricio Medina. Por si fuera poco, la mayoría de estas se vinculan a eso: sus adicciones a las drogas y al alcohol.
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