Comerciantes de Franklin alegan fea discriminación

Con pataleta están los comerciantes del barrio Franklin, luego de sufrir feroces allanamientos. Los caperuzos del intercambio comercial barato alegan discriminación por parte de las policías.

"El 29 de agosto llegaron 500 efectivos de las diferentes policías, se llevaron muchas cosas, incluidos productos y dinero. Revisaron hasta a la gente que andaba comprando", reclama con furia la señora Graciela Valdebenito, administradora general del persa "Nuevo Placer".

La iñora Graciela se refiere a la fiscalización que hicieron en conjunto Carabineros, la PDI, Aduanas, el Servicio de Impuestos Internos y la Municipalidad de Santiago, en el marco de la implementación del plan "Chile Seguro".

En la ocasión el ministro del interior, Rodrigo Hinzpeter, justificó el operativo diciendo que se "espera cambiar la forma cómo se estaba combatiendo la delincuencia".

La idea "es romper con el círculo vicioso del delito que genera lucro", agregó el jefe de gabinete.

La gente del barrio Franklin no está nada conforme con este tipo de medidas y como el diario pop siempre escucha a su barra, partió rauda en su labor reporteril a escuchar los reclamos de su gente.

- Dígame señora Graciela ¿qué es lo que más les causa picazón?

- Que vengan para acá con toda esa prepotencia y se lleven cosas. Nosotros trabajamos con boletas y tenemos facturas de lo que compramos. De alguna manera, dudamos de la legalidad del procedimiento. Ni siquiera llegaron con una orden del juzgado para hacer ingreso a la propiedad.

- ¿Se sienten mancillados, ultrajados en su imagen?

- Claro que sí. Han ensuciado el nombre y el prestigio del persa. Nos discriminan porque somos un sector popular que ofrece precios bajos.

- Estarían haciendo su pega no más...

- Sí eso está bien. Pero nos señalan a todos como ladrones y acá hay gente honesta, que quiere trabajar tranquila y exige respeto por parte de las autoridades.

- Para eso tendrían que hablar con el ministro parecido a Harry Potter

- Y eso es lo que queremos hacer. Que el señor Hinzpeter nos reciba ¡ahora! y que juntos coordinemos fórmulas para detectar los verdaderos focos de delincuencia.

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