Cómo el cerebro no deja bajar de peso

Disfrutar un trozo de chocolate resulta mucho más agradable que saborear un porroncito de brócoli. Sin embargo, a largo plazo, es la verdura la que permite bajar de peso y no la golosina.

De manera inmediata, el cerebro no "comprende" esta verdad y "envía" la orden de que es mejor comer chocolate antes que brócoli.

Esto fue descubierto por la doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional contra el Consumo de Drogas, de Washington, quien añadió que "todos estamos muy condicionados a dar mayor valor a una recompensa inmediata en contraposición a algo que demorará".

El momento de felicidad que entrega el saborear chocolate se convierte en vicio, al igual que el cigarrillo, el alcohol o las drogas (manteniendo las proporciones en lo que a adicción se refiere). La única forma de romper el círculo es con voluntad.

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