El lunes 29 de noviembre, en un paseo de padre e hijo, en la playa de Collico, Valdivia, dejaron estacionado su Kia Carnival en la arena frente a la playa del río Calle-Calle.

De pronto, accidentalmente, el retoño se subió al vehículo y lo desenganchó, por lo que generó que el carro se precipitara hacia el agua alrededor de las 20:00 horas. Así avanzó hasta quedar a unos dos o tres metros de profundidad.

El menor, por suerte, alcanzó a bajarse del vehículo antes de que este se fuera al fondo.

Según relato a LUN el capitán de Carabineros, Gonzalo del Valle, fueron los propios uniformados quienes llamaron a la empresa Grúas Barría para que resolviera el embrollo.

¿Cómo lo sacaron?

Sin embargo, Jaime Barría, propietario de la grúa, contó al citado medio que el propietario del auto no quería que se involucrara en el rescate ante el precio que se le cobraría por el rescate; finalmente acordaron que el costo sería el mínimo de 50 mil pesos.

Rato antes, habían intentado sacar el carro tirando con un furgón escolar y con otro auto; pero sin tener suerte porque “estaba entero debajo del agua”, por lo que “el peso era mucho”.

Ante ello, la empresa de la grúa recurrió a la experiencia y calculó que “cuando tenemos que arrastrar un auto en condiciones normales calculamos entre 1.600 y 2.200 kilos”; pero en este caso estimaron que sería unos 4.200 kilos.

Para arrastrarlo, fueron los dueños del auto quienes se metieron al agua para engancharlo al winche y poder tirar.

Así, lo arrastraron unos metros hacia la orilla y “hubo que meterse al agua para poder abrir las puertas, para que el agua fuera saliendo de a poco”.

De esa manera, el vehículo se volvió algo más liviano hasta que finalmente pudo ser devuelto a tierra firme.