El 8 de agosto es el día del Orgasmo Femenino, una excusa perfecta para revisar esta patología, la que es más común de lo que se cree.
La falta de deseo sexual puede deberse a circunstancias temporales, como un embarazo, alteraciones emocionales o una enfermedad. Pero, qué pasa cuándo tenemos deseo sexual pero no logramos alcanzar un orgasmo. Sólo si estamos frente a una inhibición persistente y recurrente, podemos pensar que tenemos anorgasmia.
El doctor Mauricio Salas, experto en sexología, nos explica que debemos hablar de estados pre-orgásmicos, ya que hay diferentes tipos de anorgasmia: nunca has tenido un orgasmo (primaria), si después de haber funcionado bien tienes problemas, y si con ningún tipo de estímulo lo logras (absoluta).
Entre sus causas se encuentran factores médicos -trastornos siquiátricos, histerectomía, falta de hormonas-, o sicológicos, estos últimos hablan de la construcción de nuestro erotismo. Las mujeres aprendemos con el tiempo a tener orgasmos, ya que, por lo general, exploramos menos nuestro cuerpo que los hombres.
CÓMO SE COMBATE
Si piensas que estás en un estado pre-orgásmico, hay diferentes tratamientos. El primero es explorar tu cuerpo, eliminar los tabúes, lograr un asenso progresivo de los niveles de excitación donde no se busca el orgasmo, sino que reconocer las fases diferentes de excitación.
En el camino están los sicólogos y médicos, los que entregan diferentes tratamientos que te permitirán tener una sexualidad plena.