Con cientos de aplausos, muestras de afecto y cariño fueron despedidos ayer los restos de los 12 brigadistas muertos en el accidente aéreo de la Región del Maule.
Los compañeros de las víctimas hicieron guardia de honor, mientras fotografías de los fallecidos eran puestas sobre algunos féretros. No faltaron las banderas de clubes deportivos de aquellos que jugaban a la pelota. Ésa fue la tónica durante las misas fúnebres realizadas en Cauquenes y otras comunas de la región.
Algunos familiares compararon a los fallecidos con los héroes de Antuco.
El párroco de la iglesia San Alfonso, José Ulloa, dijo en su homilía que "sufrimos las consecuencias de la irresponsabilidad humana, ya que los incendios son causados por los seres humanos y son causa de mucha muerte".
