Más de 3.500 personas fueron obligadas a evacuar la zona afectada por la fase eruptiva en que entró el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, en el sur de Chile.
Cerca de 30 temblores en menos de 24 horas y una fumarola de más de 10 kilómetros de altura y 5 de ancho, que ha hecho llover piedras pómez hasta a 20 kilómetros del volcán, motivó que ayer la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) decretara alerta roja y la evacuación de los vecinos a albergues.
"Estamos tranquilos, este es un tipo de emergencia distinto a los que vivió el país en los últimos meses. Es una emergencia donde la planificación ayuda y permite hacer las cosas en forma ordenada", señaló el ministro del Interior subrogante, Rodrigo Ubilla.
ALERTA ROJA
Durante la jornada sabatina una densa fumarola, que también se extendió por territorio argentino, apareció desde el complejo volcánico, despertando la preocupación de las autoridades.
Desde la Onemi, el vicepresidente, Rodrigo Hinzpeter, y el biministro de Energía y Minería, Laurence Golborne, informaron, en una primera instancia, que se iniciaría una evacuación preventiva en las localidades de Pocura, Pichico, Los Venados, Contrafuerte y El Zapallo, en la Región de Los Ríos; y El Retiro, Anticura, El Caulle, Forestal Comaco y Anticura Pajaritos, en la de Los Lagos.
"El nivel de alerta volcánica cambia de nivel 5 a nivel 6, rojo-erupción, lo que significa que es una erupción moderada teniendo un índice de evaluación vulcanológica grado igual a 3", explicó Golborne.
"Se están tomando medidas prudentes para proteger a la población, y con esto vamos a quedar con una zona evacuada que va a comprender aproximadamente a 3.500 personas", agregó Hinzpeter, quien detalló que se está enviando ayuda a los lugares afectados y se habilitan albergues.
"Junto con mi familia me tocó ver la explosión del volcán como a las 14.30 horas, y bueno, después todo lo que vino: Ruidos, temblores. Yo no quería abandonar mi casa, pero mi familia insistió y aquí estamos", relató Marco Cea (38), quien se viró del sector de Gol Gol 1 al albergue del Liceo Las Américas, en la localidad de Entrelagos.
HABILITAN TELÉFONOS DE EMERGENCIA
En una preocupación vital para las autoridades se ha convertido la necesidad de hacerles llegar cuanto antes las informaciones a los habitantes de las probables zonas afectadas.
Por lo mismo, la Oficina Nacional de Emergencia habilitó las líneas telefónicas 2524366 - 2524369 y 2524370, para informarle a los habitantes si deben hacer abandono de sus hogares y dónde se encuentran ubicados los albergues.
"Rogamos que estos teléfonos sean utilizados con prudencia, porque no están capacitados para recibir cientos o miles de llamadas innecesarias. Esperamos que sean utilizados por personas que tengan preocupaciones genuinas", indicó el vicepresidente Hinzpeter.
FUMAROLA DEJÓ A OSCURAS A LOS HABITANTES DE BARILOCHE
Las fumarolas emanadas por el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, en Chile, también afectaron a los habitantes de la ciudad argentina de Bariloche, que se oscureció tempranamente por la gran columna de humo y sufrió una intensa lluvia de cenizas que los obligó a decretar alerta roja y a permanecer encerrados en sus hogares.
El intendente de la ciudad che, Marcelo Cascón, convocó a miembros de la Fuerza y Defensa Civil a un comité de emergencia que, posteriormente, resolvió cerrar el Paso Internacional Cardenal Samoré.
Producto de la escasa visibilidad que causaron las cenizas, las autoridades argentinas también cerraron momentáneamente el aeropuerto local.
"Se encuentran reunidos todos los jefes de las fuerzas armadas de la ciudad, bomberos, gente de parques nacionales y personal de empresas de electricidad y agua", señaló Carlos Hidalgo, jefe de prensa de la municipalidad de Bariloche.
Las autoridades municipales hicieron un fuerte llamado a la calma y al racionamiento de elementos vitales como el agua. Además, las autoridades argentinas alertaron a su población de que la lluvia de cenizas podría prolongarse por más de 24 horas, por lo que es preferible permanecer en el interior de sus hogares.
