Un piño de presuntos estafadores usando la antiquísima técnica delictual del cuento del tío, logró birlarle más de tres millones de pesos a un hombre, quien creyó que la persona que hablaba con él por cuernófono era un sobrino que estaba en un grave problema.
De acuerdo a los antecedentes aportados por la Brigada de Delitos Ecónomicos (Bridec) de la PDI, el afectado recibió tres llamadas telefónicas de un recluso enclaustrado en la cárcel Colina 1.
El caco, con ficha por robo con intimidación y homicidio, le aseguró a la víctima que tenía atados porque había arrollado a una mujer embarazada causándole lesiones.
Entero de fresco, el ladrón le pidió que le depositara la cantidad de 1 millón 650 mil pesos, con el objeto que la policía no lo pusiera a disposición de los tribunales.
Posteriormente lo volvió a contactar y lo engrupió diciéndole que la fémina había empeorado, por lo que ahora necesitaba que le mandase un palo y medio extra.
En ambas oportunidades la víctima que vive en Macul le hizo caso a su "sobrino" y depositó los 3 millones 150 pesares en las cuentas rut de dos mujeres.
Como si con esto no bastara, el reo realizó una tercera llamada -incluso también logró que le cargara el celular con 10 lucas- señalándole que la atropellada había perdido a su bebé, por lo que ahora necesitaba dos palitroques 425 mil pesos extras.
Como el estafador entró en contradiciones, el afectado se dio cuenta del engaño avisando a la policía.
Gracias a las pesquisas, los sabuesos dieron con Bárbara Salinas Briones (30) y Marco León Castillo (30), supuestos testaferros del recluso, los que por sus servicios criminales habrían obtenido plata.
Ambos imputados fueron formalizados por el delito de estafa, quedaron con firma mensual y se despidieron levantando su dedo medio.
