Con pisco a la vena salvaron a tres reclusos intoxicados con pájaro verde

El porcentaje de amantes del copete en cana es harto más grande que el existente entre el resto de la población. Muchos preciosos, junto con perder la libertad, deben vivir bajo el régimen de una ley que jamás respetaron: La ley seca.

En la cárcel de Angol tres angustiados reclusos no soportaron la abstinencia y con la paciencia de un alquimista de la miseria prepararon pájaro verde a base de diluyente y... se lo tomaron y... se intoxicaron y... casi se fueron al Más Allá.

Los chiquillos de Collipulli Rubén Villa (23), Genaro Muñoz (25) y Juan Fuentes (36) fueron trasladados de emergencia al Hospital de Temuco, donde les realizaron las primeras maniobras para evitar que estiraran las patitas, como reiterados lavados gástricos con carbón activado.

Cuando los estabilizaron llamaron al Hospital de Angol para que se los llevaran cascando, porque necesitaban las camas.

Lo cuático del caso es que un pisco de 40 grados a la vena les salvó la vida. ¡Y no es chiste!

Así lo confirmó el director médico del recinto angolino. El doctor Carlos González Lagos contó que dio "la instrucción de comprar una botella" y un funcionario partió a un negocio común y corriente en busca del remedio. Para su mejoría "bastó usar pisco en una dosis adecuada y nos tomamos el resto", bromeó el chacotero doctor.

González agregó que uno de los presos resultó más comprometido. "No sé cuánto consumieron, pero lo que sí sé es que la dosis que produce la muerte puede variar entre 60 y 200 centímetros cúbicos. Menos de una copa".

Los presos se intoxicaron con alcohol metílico que deja para la corneta el sistema neurológico.

El tratamiento consiste en contrarrestar el efecto con etanol y suero, que evita la destrucción de las células del sistema nervioso.

El etanol está presente en el alcohol etílico que se les pudo haber suministrado a los presos en ampollas, pero como "no estaban disponibles", recurrieron a la clásica linterna de 40, "porque es más pura" que otros copetes, explicó el doctor.

Los enfermitos recibieron durante una semana por goteo a través de una sonda nasogástrica 500 centímetros cúbicos de pisco al día. Pero también se les pudo haber "inyectado a la vena" aguardiente, whisky, ron, u otras maravillas de la naturaleza.

- ¿A ellos les llamó la atención el tratamiento?

- Yo creo que sí, pero les debe haber fascinado. A los funcionarios también les sorprendió porque fue una cosa muy excepcional. Yo llevo dos años como director y no había visto nada así.

En este momento los compañeros de encierro deben leer su historia en la enfermería de la cárcel.

Ojalá que recapaciten y sólo se embriaguen con agua bendita. Amén.

EL COPETE DE LOS MISERABLES

El pájaro verde es un brebaje elaborado en cana por presos con una sed más grande que sus ansias de vivir. Le puede llevar aguarrás, pintura o barniz. Con esas cochinadas obtienen un destilado de alcohol metílico, tóxico para el ser humano. Le echan bebida para mejorar el gusto y algunos le ponen limón porque juran que lo purifica. Puede dejar ciego o tieso.

Sesbastián Foncea M.

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