Con pistolón en mano asaltaba a prostitutas VIP

Un tatuaje debajo de su oreja izquierda permitió a Carabineros dar con un delincuente especializado en asaltar a prostis en sus departamentos, que se ganaban las luquitas con el sudor de su pecho.

El güiña califa, identificado como Rodolfo Pérez Vega (27), fue detenido livianito el miércoles por efectivos del OS-9 de la policía uniformada.

El manilarga cayó en la intersección de Alameda con Eyzaguirre, comuna de Santiago, y ayer fue puesto a disposición del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago.

En el tribunal lo formalizaron por un caso de robo con intimidación que afectó a la escort venezolana Karen.C. (31).

El fiscal de la zona Metropolitana Oriente, Luis Jaramillo, detalló en la audiencia que el 15 de agosto de 2013, Pérez contactó a la chimbiroca y haciéndose pasar por un ganoso cliente con el cartón acumulado, se puso de acuerdo para "atenderse" al día siguiente.

Sin embargo, al llegar al departa de la mariposa con taxímetro, en la comuna de Las Condes, el manitos de terciopelos en vez alivianarse la carga, redujo a la mujer a punta de pistolón, la amarró y procedió a meterle mano a la caja fuerte, que acumulaba la friolera de 45 millones de pesos. El peineta manilarga, que a todo esto no gritó "Viva Chile", bajó súper cargado del edificio con el botín.

Claro que el fogoso asaltante, cometió un error. Porque aunque dio un nombre falso al conserje, entregó su cédula de identidad real.

Otra de las pistas para dar con el paradero de Pérez, fue la letra "R" tatuada bajo la paila izquierda.

Ello permitió que la escort venezolana y el conserje lo reconocieran en un set fotográfico.

El capitán Marcos Jiménez del OS-9, detalló que se realizaron diligencias en "Viña del Mar y Santiago, con el objeto de dar con la ubicación de este sujeto por su participación en diversos delitos de robo con intimidación en Ñuñoa y Las Condes, que afectaron a trabajadoras sexuales".

A otras dos mujeres les habría robado alrededor de $16 millones.

Escapado

Rodolfo Pérez no es nuevo en el mundo delictual. En 2011 lo condenaron a 10 años y un día de cana por tres robos con intimidación. Fue trasladado a Osorno a cumplir condena pero se escapó, por lo que se mantenía prófugo de la Justicia.

El imputado quedó en prisión preventiva en la cana Santiago 1 por ser un peligro para la seguridad de las personas.

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