Con tiros y botellazos en el mate reclamaron su sagrado derecho a atenderse en casa de huifas

Una batalla campal se desató en la madrugada de ayer en el Nigh Club Daina de Linares, luego de que cinco sujetos que andaban como piedra de curanto llegaron hasta el local a las 6 de la mañana con la intención de "atenderse" a como diera lugar.

A esa hora el prestigioso establecimiento ya había cerrado sus elegantes puertas, fabricadas con cedro del Líbano, y gran parte de su reputado personal se había ido al sobre para reponerse como Dios manda de las fatigas de la noche.

Cuando los clientes ya estaban a punto de retirarse, cansados de pedir a grito pelado un copete de emergencia y un pecho fraterno, a las chiquillas del tercer turno se les ocurrió abrir, como un gesto de generosidad, propio de su candoroso oficio.

Ya en el interior los tontos agarraron confianza y no contentos con las piscolas con que fueron agasajados, comenzaron a exigirles a las chiquillas que adoptaran la posición del pollito pastando.

A esa altura del partido y con el fin que los acalorados pararan el webeo, intervino el guardia del club, M.A.A.A. (39), quien por toda respuesta recibió el último de los cinco balazos que le disparó uno de los californias.

Al minuto siguiente todos se daban con lo que encontraban a mano.

En plena batalla también cayó herida la colombiana M.R. (33), joyita extranjera del staff permanente del boliche. El tandeo sólo terminó cuando los polis, atraídos por el tiroteo y la sonajera de vidrios quebrados, irrumpieron en el local. Segundos antes el quinteto se había echado el pollo.

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