No era una película del finadito David Carradine ni un documental de las patadas voladoras del gran Bruce Lee, sino una supuesta mocha por discrepancias de corte filosófico-político.
El asunto es que el concejal PS Luis Chamorro acusó al alcalde de Hualpén, Marcelo Rivera, de agarrarlo a rodillazos y puñetes en una sesión extra "ordinaria".
A las 9.30 horas de ayer comenzó la reunión en la Municipalidad de Hualpén, Región del Biobío.
Apenas el edil PPD (Peleo Por Disgusto) presentó una moción para cancelar el 50% del bonifacio para los profes, el concejal Chamorro metió la cuchara e impugnó la presentación.
Chamorro asegura que al toque el edil de Hualpén le enrostró que carecía de moral para oponerse, ya que con los 1.300 votos que obtuvo en la elección no le hacía pelea a nadie.
La respuesta del concejal PS no se hizo esperar. Le dijo que, a pesar que sólo consiguió los votos de su familia y de unos vecinos amigos, al menos él no había comprado sufragios.
Los ánimos se caldearon. La tensión se podía cortar con un cuchillo carnicero recién afilado y, sin embargo, siguió.
Y cuando todos los concejales se retiraban, el alcalde, contó Chamorro, se le abalanzó a la maleta.
Al voltearse, el edil le habría puesto un golpe de rodillas en los testículos al concejal. Luego, dice Chamorro, lo agarró a puñetes. El concejal PS contó que la furia del alcalde terminó cuando algunas personas los separaron.
Chamorro fue a la 4a Comisaría para estampar una denuncia por agresión. Luego lo enviaron al Hospital de Las Higueras a constatar lesiones. La supuesta víctima de la democracia presentará una denuncia ante la fiscalía local por agresión física y verbal.
El alcalde Rivera se defendió como felino de espaldas y dijo que actuó como Bruce Lee para salvar el prestigio de su mami, porque a un alcalde nadie se la saca.
"Le di una patada con los zapatos -dijo-. Si le hubiera pegado en los testículos, ya no le quedarían testículos ni nada. Si quieren presentar denuncia están en su derecho, pero jamás lo agredí de esa forma".