Cientos de pescadores artesanales se volcaron en busca de la recompensa en la comuna de Calbuco. Empresa Aysén les ofreció el dinero para evitar denuncia por daño al medio ambiente.
¡Alerta de fuga! La tarde del lunes la empresa Salmón Aysén informó el escape de un grupo de estos peces internos de la jaula 104 del centro Huito, en la comuna de Calbuco, a través de una rotura en la red de resguardo a 10 metros de profundidad.
El plan fue ejecutado por cerca de 28.000 especímenes, que estaban casi listos paras su comercialización. Según la descripción entregada por la empresa, son peces de entre 3 y 4.5 kilogramos, libres de antibióticos y parásitos, pero peligrosos para el ecosistema de la región.
Su captura es urgente, y es por eso que sus cabezas ya tienen recompensa: 15 mil pesos, vivos o muertos (en Santiago cuesta hasta $ 12 mil el kilo). "La empresa está haciendo su tarea de capturar, con la ayuda de los pescadores artesanales, la mayor cantidad de peces, ojalá en su totalidad (...) Están comprando los salmones y esperamos que todo resulte bien, ya que los valores son interesantes", señaló el alcalde de la comuna, Rubén Cárdenas.
Al oír esta noticia, muchos pescadores de la zona se sobaron las manos, y así, como las películas de vaqueros, salieron por la recompensa.
"La empresa se comunicó con las organizaciones de la zona y movilizaron a sus asociados. Por ambos lados del río se podía ver personas con redes sacando a los peces para entregarlos a la empresa", comentó el director regional del Servicio Nacional de Pesca, Eduardo Aguilera.
Salmón dañino
El representante del Sernapesca también detalló el daño que le pueden hacer los fugitivos al ecosistema submarino. "Pueden competir por alimento o depredar a especies nativas", dijo.
Añadió que la medida adoptada por la empresa Aysén es para no arriesgarse a una denuncia por daño ambiental ante la Superintendencia de Medio Ambiente. Para evitarlo tiene un plazo de 30 días para recapturar al menos un 10% de los salmones, meta que ayer ya estaba a punto de conseguir.
Para el presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Pescadores artesanales de Chile, Hernán Cortés, esto es un "desastre".
"Me parece que esto habla de la ineficacia de la industria salmonera para hacer la pega con los resguardos que se requiere. Creo que pagarle a los pescadores para que hagan el trabajo que ellos deben hacer no repara el daño que van a causar al ecosistema", señaló.