Adalio Mansilla Quinchamán fue detenido tras cometer un tercer homicidio.
Impactantes antecedentes se dan a conocer en torno al crimen que remece a Punta Arenas. Se trata del homicidio cometido por Adalio Mansilla Quinchamán, quien le quitó la vida y descuartizó a Roberto Sebastián Verdugo, un joven de 21 años.
Tras la detención “El Caco”, se dio a conocer una serie de delitos previos que lo mantuvieron tras las rejas durante varios años. Sin embargo, hasta ayer, gozaba del beneficio de libertad condicional.
Según detalló El Magallánico, en 2009, Mansilla Quinchamán debió cumplir una pena de 5 años de internación en el complejo de Río de los Ciervos, al ser encontrado culpable de un asesinato. Aún era menor de edad.
Ya en 2015, volvería a hacer de las suyas, al atacar con un corvo a una segunda víctima, a quien le provocó lesiones de gravedad. Pese a ser hospitalizado, el afectado perdió la vida.
A raíz de este último y grave delito, la justicia dictaminó 13 años de prisión para Mansilla Quinchamán.
“Colaboró” con la policía
Ayer, luego de la detención del imputado, el juez Cristián Armijo accedió a la solicitud de fiscalía y amplió hasta el miércoles la audiencia de formalización. Sin embargo, en todo momento, el imputado parecía estar tranquilo. Previamente, le había confesado el crimen a su madre, quien lo entregó a la policía.
De acuerdo al citado medio, el acusado colaboró con la policía entregando la ropa que vestía al momento de cometer el asesinato y desmembrar el cuerpo. Las prendas aún estaban manchadas de sangre.