Conoció a su madre biológica tras 20 años: estuvieron mucho más cerca de lo que pensaban

Hijo y madre biológica. FOTO: Good Morning America

La mujer, siendo tan solo una adolescente, decidió dar a su guagua en adopción para que fuese criada por una pareja.

Una difícil decisión debió tomar Holly Shearer cuando tenía tan solo 16 años y nació su primer primer hijo, quien finalmente se llamaría Benjamin.

La mujer, apenas una adolescente, decidió darlo en adopción un 24 de noviembre hace ya veinte años, para que fuera criado por Angela y Brian Hulleberg; aun así, a través de cartas y fotos mantuvo contacto contacto con la pareja durante un tiempo, hasta que la agencia de adopción cerró en 2014.

“Tenía 18 años cuando lo encontré y estaba muy indecisa”, relató ella, sobre la vez en que volvió a ver al muchacho, a Good Morning America. Sin embargo, la mujer “lo último que quería era ser una piedra en su vida”, declaró, por lo tanto “solo observé desde la distancia”.

Mientras tanto él hacia los esfuerzos para dar con su madre biológica, los cuales dieron frutos en 2021, para luego enviarle un mensaje por Facebook que incluía un saludo de cumpleaños.

“El día que había estado esperando durante los últimos 20 años, llegó”, contó él, quien de inmediato organizó una junta con ella y sus padres adoptivos en noviembre. “Fue mucho para asimilar”, confesó.

Más cerca de lo pensado

En ese reunión, apenas Holly vio a Angela y Brian sintió que el tiempo se había detenido en sus rostros. Tras aquel primer impacto, “la alegría me desbordó”, reveló. “Nos sentamos abrazándonos durante unos cinco minutos y llorando”.

Sin embargo, en medio de esa instancia, Benjamin y Holly se dieron cuenta de que pasaron un buen tiempo trabajando en el mismo lugar, sin siquiera enterarse, en el Hospital St. Mark de HCA Healthcare en Salt Lake City, Utah.

Ella se desempeñaba como asistente médico, mientras que él era voluntario en la unidad de cuidados intensivos neonatales del centro médico.

“Todas las mañanas entraba por el pabellón de mujeres para ir a trabajar”, remató ella. “Estacionamos en el mismo garaje, podríamos haber estado en el mismo piso, no teníamos idea de que estábamos tan cerca”.

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