El presidente del organismo señaló que no se puede banalizar la corrupción y premiar al tramposo.
Cero gracia ha causado en el país la promoción de la edición para tramposos del popular juego Monopoly. Y uno de los organismos que reaccionó con más enojo fue el Consejo para la Transparencia.
"Hemos visto la aparición de un juego donde básicamente se premia al que hace trampa enfocado en niñas, niños y adolescentes. La corrupción no puede ser un juego en el país", señaló Marcelo Drago, jefe del CPLT.
Drago afirmó que "no podemos banalizar la corrupción, ni transformarla en un juego y premiar al que hace trampa".
"Creemos que este tipo de juegos, que pueden aparecer como muy creativos, no contribuyen en nada a crear una cultura de responsabilidad", añadió.
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