Consejos de expertos para superar la depresión "post-party"

La depresión posparto afecta a algunas chiquillas que después de dar a luz a su retoño se les viene el mundo abajo, a tal nivel que necesitan ayuda profesional para cuidar a su hijo.

Aprovechando el nombre, algunos ingeniosos parranderos rebautizaron a la “resaca” o al “hachazo” como “depresión posparty”, debido al malestar que provoca la ingesta desproporcionada de copete.

Sobre el "bajón" que genera el abuso de copete, la neuróloga de la Clínica Dávila, Perla David, dijo que "el trago es estimulante en pequeñas dosis y cuando se toma en exceso produce un estado depresivo, pues es un depresor del sistema nervioso central".

Según la experta, para salir del infierno sólo debemos tener paciencia. "Hay que dormir las horas que correspondan y no pasarse porque será peor. Comer sano, ojalá alimentos con muchas vitaminas, una ducha y una buena caminata", indicó.

El químico farmacéutico Ricardo Gómez agregó que es malo mezclar destilados con fermentados y recomendó aumentar la ingesta de agua durante toda la parranda.

Su casi colega, Adriano Castillo, también apuntó al agua como el mejoral mágico, porque si no lo sabe, el Compadre Moncho egresó de química y sólo le faltó el examen de grado.

"Para superar la caña deben tomar mucha agua, o limonada, o cerveza mezclada con agua porque la cerveza es pura agua, y de repente una aspirina", explicó el actor que se chantó a los 50 años.

“Si maltratas el cuerpo durante demasiado tiempo te pasará la cuenta. Antes carreteaba dos o tres días sin descanso tomándome todo”, concluyó.

“EPIDEMIA”

Para quienes han tratado de investigar la historia del programa “Cachureos” entrevistar al comediante Humberto Espinoza es fundamental, porque encarnó al primer “Epidemia”.

Pero tanto deben haber hinchado al actor que interpreta a Chupeta, que decidió no hablar más del personaje, salvo ayer que nos entregó una papita.

Según él, para combatir la depre posparty, lo mejor es cachaza de noche y de día, cachaza a toda hora y cachaza en todo lugar.

Y luego recordó una de sus peores cañas: “Una vez pasé a un evento después de un carrete e iba casi curao y me andaba arrancando de Marcelo para no darle el tufo, ¡cómo transpiraba! (dentro del traje) y cada cinco minutos bajaba del escenario a vomitar”.

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