Consejos para tranquilizar a los niños después de un terremoto

Una de las imágenes más conmovedoras del terremoto que afectó el martes a la ciudad de Iquique fue la de una madre que protegía a sus xx hijos con una manta, todos sentados en el pasto del estadio de la ciudad.

Son lo más chiquititos de la casa quienes se llevan la mayor carga emocional en una tragedia y muchas veces no hablan ni comentan lo sucedido.

Por lo mismo, la Unicef entregó una serie de recomendaciones para enfrentar junto a los niños un terremoto y las constantes réplicas que se dejan sentir después del movimiento de tierra.

RECOMENDACIONES PARA PADRES, MADRES Y CUIDADORES DE NIÑOS

Mantenga la calma porque su hijo(a) se sentirá igual a cómo observa que usted se siente.

Ante otras réplicas trate de no gritar, llorar, ni arrancar. Proteja a su hijo(a), pero con control.

Pregúntele qué sabe y escuche con paciencia lo que tenga que decir. Si no desea hablar, no lo presione.

Dé una explicación real y simple. Diga "la tierra a veces se mueve produciendo algunos daños. Esto es algo que sucede en Chile, pero pasa sólo cada varios años".

No le mienta, como por ejemplo diciéndole que "esto no va a volver a suceder", ni asocie las causas del terremoto a seres, entes, animales o cosas.

Los niños(as) pequeños necesitan hablar poco, pero en forma más frecuente de lo que ha sucedido. Es bueno validar lo que los niños(as) piensan y sienten.

Hágales saber que sus preguntas o comentarios son importantes.

RECOMENDACIONES PARA LOS NIÑOS


Promueva un ambiente de confianza y diálogo donde los niños puedan comentar y preguntar acerca de lo sucedido.

Explique la situación con palabras simples y claras.

No haga promesas poco realistas, por ejemplo, que no habrá otras réplicas.

Acepte y no critique lo que los niños sienten y piensan.

Si es posible, mantenga las costumbres habituales

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