La columna de Daniel Fuenzalida: Consumo de alcohol en medio de la pandemia

16 de Septiembre de 2014/ SANTIAGO Dos personas eligen un trago con alcohol en una botillería en la comuna de Providencia donde a partir de Octubre se va a instalar una nueva ley que regula la venta de alcohol para los sectores de Santa Isabel, Manuel Montt, Tobalaba, Bellavista, Providencia y Nueva Providencia. FOTO: DAVID VON BLOHN/ AGENCIAUNO

"Si bien en Chile aún no existen cifras oficiales sobre consumo de alcohol en tiempos de pandemia, vale la pena analizar el contexto internacional para determinar el explosivo aumento de este tipo de bebidas como una forma errónea de mitigar la ansiedad y el estrés".

Si bien en Chile aún no existen cifras oficiales sobre consumo de alcohol en tiempos de pandemia, vale la pena analizar el contexto internacional para determinar el explosivo aumento de este tipo de bebidas como una forma errónea de mitigar la ansiedad y el estrés.

En Rusia subió un 148% el consumo de alcohol durante la actual crisis sanitaria. Las autoridades se vieron obligadas a declarar "ley seca" que castiga con duras sanciones, sobre todo, al mercado negro.

En Nueva York, cuna de la explosión por contagio de Covid 19, hay preocupación por el tema. Incluso la venta a través de delivery ha tenido un incremento de más del 1.000%.

En Chile hace algunos días nos sorprendimos con un video anónimo grabado en la comuna de Ñuñoa. Desde su ventana una persona grabó cuál era la situación de los negocios que estaban frente a su departamento. El único local con fila era la botillería (hoy cerradas en la comuna por la cuarentena).

Sin embargo, como la medida exime a los supermercados, el público ha cambiado el lugar de adquisición en estos días de permisos y salvoconductos.

Mediante testimonios nos percatamos -día a día- cómo la persona se introduce en un espiral de consumo que parte, generalmente, como una actividad recreacional y se empina o transforma en un evasor de la realidad.

La preocupación hoy se multiplica debido a la cuarentena en la que estamos inmersos. El estado de confinamiento produce en muchas personas estrés y cuadros agudos de ansiedad. El escenario perfecto para que muchos recurran a este tipo de bebidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) encendió sus alertas e hizo un llamado a "no canalizar emociones fumando, bebiendo alcohol o consumiendos estupefacientes".

En estos tiempos convulsionados los expertos llaman a realizar rutinas de relajación, escuchar música, leer y hacer ejercicios, en la medida que el espacio lo permita. Solo así evitará caer en vicios en los que es muy difícil salir.

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