Contagiarse de cualquier cosa es algo que, en esta época, es algo que todo el mundo evita. Alejarse de un colega resfriado o andar con el alcohol-gel en "el bolsillo" son medidas que varios adoptan para sortear un otoño y un invierno sin resfríos. Pero a veces hay focos de contagio que jamás nos imaginaríamos, como el tipo teléfono fijo de una oficina, que puede propagar hasta 25 mil microbios por metro cuadrado.
"El teléfono fijo es un elemento tan cotidiano en su uso como los billetes y las monedas, donde se alojan grandes cantidades de microorganismos. Uno de los problemas es que los auriculares no se desinfectan a diario, por lo que mantienen un alto riesgo de propagar fácilmente enfermedades", explica Sebastián Seckel von Unger,
Gerente General de Abanic, empresa dedicada a la Asesoría y servicios de mantención de limpieza de oficinas.
El experto añade que "desinfectarlo a diario se hace muy necesario, pero los encargados de la limpieza de una oficina no lo hacen siempre.
Enfermedades como la influenza, en invierno, pueden ser propagadas por el uso de estos aparatos, que no siempre son de utilización exclusiva de un solo funcionario", se explaya Seckel von Unger.
Y ojo, que con el celular la cosa no es tan distinta, pues estudios aclaran que puede acumular hasta 30 veces más bacterias que la tapa del WC.
Claro que, en el ambiente laboral, no sólo ese factor hay que tener en cuenta. "Para que un lugar de trabajo sea saludable, primero debe estar limpio. Ya sea a través de la provisión de productos de limpieza, servicios o mejores prácticas en la higiene de la oficina", agrega el hombre de Abanic.
También en casa
La idea en esta etapa del año es mantenerse seguro en el trabajo, pero sobre todo en el hogar. Para eso, los especialistas de ISS, expertos en limpieza, entregan importantes consejos para mantener la casa libre de gérmenes y focos infecciosos.
Desinfección eficiente
El agua sólo limpia la suciedad, pero no libera a las superficies de los gérmenes. Por lo mismo, se recomienda utilizar, especialmente en cocina y baños, productos desinfectantes que aseguran la eliminación de bacterias, hongos y virus.
Baño y concina
Son la mayor fuente de virus e infecciones, por lo que se sugiere su limpieza y desinfección una vez al día. Asímismo, los implementos de limpieza, como esponjas, paños de cocina y traperos, también deben ser higienizados diariamente.
Ventilación
Las habitaciones y espacios comunes deben ser ventilados por al menos 20 minutos diariamente, para dejar escapar la humedad, como también las bacterias y virus presentes en el interior. Se recomienda la aspiración de ácaros.
Artefactos comunes
Perillas de puertas, interruptores de luz, juguetes, barandas, teclados, etcétera, también deben ser higienizados, especialmente cuando hay miembros de la familia que ya presentan síntomas de resfrío.
Lavado de manos
El lavado de manos permanente es un hábito fundamental, que permite evitar el contagio de virus y bacterias. Las manos son una de las partes del cuerpo más expuestas a los gérmenes que circulan. Así, el lavado con agua y jabón debe extenderse por entre 10 y 30 segundos. Para complementar esta acción se sugiere también el uso de alcohol-gel.