El "conveniente amor" de los "Sugar Daddy"

Hombres adinerados ofrecen a mujeres jóvenes un buen pasar económico a cambio de pasar un rato agradable, el que no necesariamente acaba en sexo.

Ainhoa es una joven universitaria de 22 años. Estudia Derecho gracias a su buen puntaje PSU.

Su identidad es otra, pero usa ese apodo, ya que es el nombre de su personaje favorito de la serie española "El Barco", cuyo fanatismo le permitió coincidir con León (54), un galán maduro que, según ella misma cuenta "buscaba sentirse vivo en una relación con una mujer menor".

Se conocieron en un sitio de citas dedicado a los "Sugar Daddy", hombres que buscan compañía femenina para distintos fines. Ella pagó una membresía anula de $55.788.

"Con León tenemos una relación que es por conveniencia. Ambos lo sabemos y no nos importa. Él me ayuda en lo económico, me da regalos y me presta su tarjeta de crédito para ir al supermercado. Yo le entrego compañía, alegrías y algo más", explica.

La Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2013, Sonia Montecino, analizó este fenómeno y sostiene que "da cuenta de un escenario en el que muchas mujeres jóvenes ven una oportunidad de obtener beneficios materiales de esas relaciones pagadas, quizás por la precariedad laboral que viven o por los modelos que la sociedad de consumo les impone".

Roles. Los "Sugar Daddy" son comúnmente personas adineradas --como León-- que no pueden gozar de amistades reales, pero sí pueden pagar por una simulada.

"La sociedad contemporánea produce soledad e individualismo, unido a una cultura de consumo y mercado en la cual, en muchos casos, se concibe a las personas como mercancías, como objetos que pueden comprarse y transarse", explica la profesional.

El rol de Ainhoa en esa conveniente relación tiene nombre y se le conoce como "Sugar Baby". Ellas son damas de compañía --en el sentido literal-- a las que se les paga para ser compañía en una cena, salida al cine o un paseo fuera de la ciudad. La primera cita de ambos fue en un matrimonio top en Chicureo.

En nuestro país, eso sí, el concepto 'dama de compañía' se confunde con prostitución. Las "Sugar Baby" no tienen sexo con sus "papacitos" a menos que haya una atracción real o que se estipule desde un comienzo.

En este punto, la socióloga aclara que este tipo de relación "puede estar en el límite, pero la prostitución, en todo caso, opera con reglas distintas que el 'Sugar Daddy'".

Y si Ainhoa pone la compañía, León hace lo suyo con la billetera. Este "Sugar Daddy" posee una excelente situación económica: es gerente de una empresa de telecomunicaciones, vive solo en un acomodado sector de Santiago y no tiene mayores gastos. "Trabajo mucho, por eso mi matrimonio fracasó. Pese a todo lo malo, me gusta mi vida así. Mis hijas son grandes y entienden", asegura a Sábado.

Sus retoños no conocen esa "otra vida" del gerente, al que le gusta improvisar: ir a almorzar a Puerto Varas con su "Sugar Baby" o salir del país por el fin de semana. "Al primero que le vi hacer cosas así fue a Mauricio Israel y saqué su ejemplo. El poder de decisión y de hacer cosas impensadas genera extrañas, pero reconfortantes sensaciones", dice el maduro.

Dinero. Los réditos económicos en estas relaciones son altos. Ainhoa recibe $700 mil mensuales, más otros regalos. Con ese dinero paga un departamento cerca del Parque Forestal y un personal trainer.

Las ganancias son variables, pues dependen de la negociación. En un conocido sitio web hombres hacen variadas ofertas y explican sus razones para buscar compañía.

Para comprobarlo, creamos una cuenta, sin foto, y de inmediato empezaron a llegar mensajes con números telefónicos y ofertas. Por ejemplo, un usuario identificado como MauricioSolvente escribió al privado: "ofrezco ayuda económica de hasta $500 mil mensuales de manera constante. ¿El pago? Como a ti te acomode. Soy un joven profesional de 28 años, caballero y muy simpático.

El porqué hago esto, por dos razones. Por malas experiencias amorosas y ya que soy bien trabajólico no tengo tiempo para dedicarme a conocer a alguien".

Sobre el salario, Ainhoa concluye que "tienes que saber negociar. En promedio las mujeres ganan $550 mil mensual, pero puede ser más. Los hombres tienen dinero, pero son amarretes y tratan de ahorrar. Yo sé lo que valgo y por eso estoy mejor económicamente".

Eso sí, el rol de "Sugar Daddy" no es exclusivo de los hombres. También existen las "Sugar Momma", mujeres solas que están dispuestas a pagar por compañía, pero en ningún caso por un "Toy Boy". Y pese a que su número aún es bajo, ellas llegaron para quedarse.

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