Convirtió su botillería en una animita musical en honor a Elvis Presley

La botillería "El Rey Vive" rinde culto permanente a Elvis Aaron Presley en todos los tragos expendidos a sus feligreses. En cada rincón hay cientos de figuritas, esculturas, fotos, libros únicos y frescos irrepetibles en homenaje al malogrado rocanrolero.

Su dueño, Johnny Fernández, bautizó así a su local por una admiración obsesiva que tiene hacia el personaje, que lo han hecho ser conocido en el barrio como "El Rey". Y no sólo por tener tapizado de fotos la botillería, sino también por su generoso corazón, que al igual que las baladas de su amado músico hacen tiritar de gusto a su clientela.

"La vez que puedo y veo a alguno de mis parroquianos cortos y con sed, pongo la mano en mi corazón y me pregunto: ¿qué habría hecho Elvis en mi lugar? Y me rajo con la diferencia o les paro una botella gratis, para que después me la paguen. Al final del día Elvis vive en cada promo y botella que despacho", sermoneó Johnny.

Peregrinación

Su local, ubicado en la esquina de calles Haydn e Ingeniero Budge, en San Joaquín, se ha convertido en un terreno fértil para los seguidores e idólatras de Presley y los brebajes varios, que cada noche, y en particular los fines de semana, tratan de conseguir descuentos haciendo bailecitos y tiritones rítmicos frente al establecimiento. Porque a esa hora luce como nunca todo el repertorio del cantante, tanto en la improvisada pantalla del mostrador como en las añosas grabaciones que calan el alma de los sedientos.

Pero para "El Rey" de las boticas no sólo su colección de figuritas -en las cuales ha invertido más de 5 palos- lo dejan tranquilo, ya que desde EE.UU. viene en camino una estatua que compró hace poco, como de metro y medio, que tocará tierra chilena mañana.

"Son gustitos que quiero darme, así como ir el próximo año a su tumba y dejarle una promo en su honor", dice.

La idea de Fernández es grabar todo el recorrido que hará junto a su hijo Aaron, (que por descarte debió ponerle así, ya que no le aguantaron el de Elvis, pero al que ya le dicen el “Rey chico”), para después mostrarlo como joya documental junto a los botellones.

-¿Con cuántos tragos se queda bailando como Elvis?

- No tengo la estadística, pero conozco varios que con un vaso de vino ya empiezan a hablar en inglés.

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