Si Chupete enchufaba una de las chorrocientas ocasiones que tuvo, a la hora del taco mañanero de ayer las féminas de esta república habrían podido certificar si Nicolás Copano necesita una bomba de presión viril, como dicen sus ex pololas, o la rompería en un reality triple X, como él se cachetonea.
Pero en güen chileno, la voz espiritual del programa "La Grúa" de radio Rock&Pop cagonceó. O sea, cumplió la penitencia, pero a medias. Cache que en vista de que la Selección le tapó el hoci ganándole a la Albiceleste, el hiperventilado llegó ayer a Plaza Italia a pagar su apuesta, "pero fue un puro gol nomás", así que el "choz" sólo le incluyó empelotamiento pectoral.
Copano se la sacó en que si la Roja perforaba dos veces a Argentina hubiera mostrado más que Chabe en Infieles, pero el arrugón fue más grande. Nadie, en realidad, le compró la mula que venía en la letra chica.