Psiquiatra realizó un minucioso análisis del único imputado por el crimen de Fernanda Maciel.
El crimen de Fernanda Maciel fue analizado en profundidad en Mentiras Verdaderas. En esta ocasión, Eduardo Fuentes conversó sobre el caso policial que impacta al país junto a Aldo Duque, abogado de Luis Pettersen, y la doctora María Luisa Cordero.
A modo de introducirse en el análisis de Felipe Rojas, único imputado del crimen, Duque recordó que "este caballero inicia su participación procesal en esta especie de rito macabro que fue la muerte de Fernanda, negando toda participación. ¿Cuándo aparece él en la causa? Él aparece abrazando a Luis Pettersen, haciendo suyo su dolor y llorando abrazado a él".
Apenas iniciaba su enunciado televisivo, irrumpió la doctora Cordero. "¿Lo puedo interrumpir ahí? Cuando uno analiza la escena, él (Felipe) no está sacando de ahí a Pettersen. No está abrazándolo. Después, cuando lo atrae hacia él para sacarlo de la presencia de uno de los infinitos periodistas que andaban preguntando él se lo lleva, después se abrazan", dijo, ante la sorpresa del panel.
"¿Cómo no se dan cuenta que, en primer lugar, lo está sacando de la escena donde le van a hacer preguntas que son incómodas para él? Después termina abrazándolo. Es muy importante el paralenguaje de los criminales y los que están metido en forro", agregó la doctora, quien recibió loas por su fina observación.
"No lo había visto de ese modo", reconoció Aldo Duque, quien reiteró su elogio a la psiquiatra.
"Lo saca. Es muy bonita esa escena. Yo gritaba en mi cama cuando veo los matinales '¡cuándo lo está abranzado!', lo está sacando", insistió María Luisa.
Análisis de Felipe Rojas
Además, la doctora se refirió al silencio del imputado y su evidente aumento de peso. "Yo creo que él se burla de todos nosotros con su silencio (...) Él engorda para transformarse en un gordito buena persona. Era un flaco sicópata cuando eventualmente mató a la vecina. Después se transforma en gordito panzón", explicó.
Finalmente, expuso su teoría sobre la relación que mantenía Fernanda Maciel y su vecino acusado. "Ellos eran compinches. No sé de dónde salió la teoría de la obsesión con Fernanda, porque él tenías sus pololas. La obsesiones de amor son únicos. El objeto es único, el deseo es único", cerró.