Se viene el paseo infantil buscando dulces en Halloween. Y si bien no nos queremos ponernos tan graves, fíjese que "inocentes" cuatro gomitas azucaradas, un kojak y dos caramelos o masticables aportan, en total, el máximo de azúcar que debería consumir un niño de ocho años: 40 gramos. Así que ojo...
El niño. Check. Disfraz. Check. Papás listos para dejar los pies caminando. Check. Vecinos. Check. Calabaza vacía lista para ser llenada. Check....
La celebración de Halloween es, desde hace rato, sinónimo de alegría, compartir y comer haaarta azúcar. Es que más allá de invocar a las caries que a los fantasmas, esta noche la actividad de salir a pedir dulces enciende alarmas a la salud de los infantes, considerando que pueden sobrepasar en más de 1.000% el consumo máximo de azúcar recomendado por los especialistas: 40 gramos.
Una calabaza plástica, donde los más chicos suelen ir juntando los caramelos y chocolates, puede llegar a aportar 476 gramos de azúcar. Teniendo en cuenta que el máximo recomendado para un niño son 40 gramos, el total de dulces debería ser consumido en varias semanas, ya que dentro de esta porción se deben incluir al menos dos frutas diarias, que además de fibra y vitaminas contienen azúcar.
La Secretaria Ejecutiva del Sistema Elige Vivir Sano, Alejandra Domper, está conciente de que no se le puede prohibir a los padres darles dulces a sus hijos. "Sabemos que no podemos quitarles a los niños todos los dulces que recolecten. Por eso, queremos invitar a las familias a la moderación en su consumo, así como también buscar opciones creativas saludables para regalar a otros niños. Todos somos responsables en la creación de buenos hábitos de alimentación, incluso en las fiestas donde más se come", sostuvo Domper, quien también entregó algunas ideas de snack que se podrían repartir: bolsitas con una porción de frutos secos que equivale a un puñado pequeño; cereales sin azúcar ni sellos (20 gramos), fruta deshidratada o liofilizada.
En tantro, El presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, Dr. Humberto Soriano informó que "las últimas encuestas indican que cerca de la mitad de los niños entre 5 y 7 años son obesos o presentan sobrepeso, cifra que en el caso de los adolescentes se ve en uno de cada tres. Para revertir esto, la prevención tiene que partir por casa".
Soluciones
Para poder gastar lo que los niños consuman, los expertos hacen un llamado a cuidarlos e incentivarlos a realizar actividad física.
Por cada 4 unidades de gomitas azucaradas los menores deben correr al menos 9 minutos. En el caso de un kojak se debe andar en bicicleta por 16 minutos, mientras que los caramelos duros equivalen al azúcar que se consume al correr poco menos de tres minutos.
De esa manera, si un balde tipo calabaza pequeño se llena de golosinas, los niños deberán correr cinco horas y media, o andar 6:45 horas en bicicleta para quemar el azúcar extra que consuman.